La participación del género femenino en el piso de producción se incrementó en el último año, especialmente en la industria automotriz. De hecho, la fabricación de partes y componentes automotrices es la rama de la industria manufacturera que emplea a más mujeres (17.9% del total de mujeres ocupadas a nivel nacional), incluso más que el sector de la confección (6.9%), según datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En México las mujeres se emplearon históricamente en actividades más orientadas al servicio, como educación, asistencia social o salud; también hubo cabida para ellas en actividades de maquilla, principalmente en la confección de prendas.
A últimas fechas, sin embargo, la sobredemanda de mano de obra por parte de las nuevas plantas armadoras y de sus proveedores ha propiciado que las empresas echen mano del capital humano disponible en la región, lo que ha abierto más oportunidades para las mujeres.
Las empresas buscan precisión y detalle para procesos complejos de ensamble, y las mujeres son muy competentes en esto, tanto por sus características físicas (tamaño de manos y dedos), como por su destreza para el trabajo minucioso y repetitivo, coinciden Eduardo Salazar, director de recursos humanos de Hella y Xóchitl Díaz, gerente de asuntos corporativos de Delphi.
Al cierre de 2013 la cuota de mujeres contratadas representó 37.1% del total de trabajadores de la industria manufacturera. Un porcentaje muy superior al que registró el sector extractivo y de electricidad (16.2%) y al de la construcción (3%), según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
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