Cuando no existía Wikipedia ni las avanzadas herramientas tecnológicas de información que actualmente conocemos, una de las formas más convencionales de enterarse que cada 18 de marzo México celebra su Expropiación Petrolera, eran las monografías.
El 28 de mayo de 1937, los obreros mexicanos de las instalaciones petroleras efectuaron una huelga. Demandaron mayores salarios y prestaciones, semana de 40 horas e incluso participación.
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Los empresarios extranjeros se negaron a satisfacerlos. El presidente Lázaro Cárdenas del Río, expidió el decreto de expropiación de los bienes de las compañías petroleras, con fecha de 18 de marzo de 1938:
Se declararon expropiadas por causa de utilidad pública y a favor de la nación:
La maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carros-tanque, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás muebles e inmuebles de propiedad de las 17 compañías extranjeras.
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En párrafos y líneas como las expuestas, así se presentaba la información. Esta era la lectura y la manera en dar a conocer la historia de la industria en México.