El sector industrial de Estados Unidos criticó el nuevo que impuso el gobierno de ese país para los interesados en llevar a cabo la fracturación hidráulica para extraer petróleo y gas de las rocas -conocido como shale-.
Las empresas creen que las nuevas reglas de operación son onerosas y generan una carga burocrática extra para un sector que, gracias a los bajos precios del petróleo, no atraviesa sus mejores días.