Petróleos Mexicanos (Pemex) importó un número récord de barriles de gasolina durante noviembre, un indicador que refleja uno de los peores años de la petrolera nacional en materia de producción y refinación de hidrocarburos en su historia.
Estas son cuatro cifras, al cierre de noviembre, que explican por qué 2017 ha sido un año difícil para Pemex.
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1. La caída en la refinación
La producción de gasolinas en las plantas de Pemex se desplomó 26.9% en noviembre frente a un año antes, para ubicarse en 185,500 barriles promedio diarios. Aunque la cifra es superior a 179,100 barriles de octubre —la cifra más baja registrada—, este dato se debe a los continuos paros por daños naturales como los sismos de septiembre o por mantenimientos que algunas refinerías han tenido este año.
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2. Un récord histórico de importaciones
La baja en la producción de combustibles orilló a Pemex a comprar 637,500 barriles de gasolinas en promedio diario, la mayor cifra desde que hay registro, y que representa un incremento de 10.8% anual respecto a 2016.
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Las compras de diésel al extranjero también se incrementaron respecto al mismo mes del año pasado, al promediar 261,700 barriles diarios, 21.4% más que en noviembre de 2016.
3. La producción a la baja
La extracción de petróleo sufrió una leve baja de 1.8% respecto a octubre, al pasar de 1.9 a 1.87 millones de barriles promedio diario. La compañía se encuentra por debajo de la marca de los 2 millones de barriles desde julio de este año, una cifras que no se veían desde la década de 1980.
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La producción de gas natural también cayó 13.7% anual respecto al mismo mes del año pasado.
4. Un déficit creciente
La balanza comercial negativa de Pemex se ha disparado en lo que va del año y ya supera la de 2016. La petrolera arrastra un déficit de 3,715 millones de dólares (mdd) hasta noviembre, 56% mayor que el reportado durante los 12 meses del año pasado.