Lo que cuesta crear unos tenis 'cool'

GALERÍA En su centro de investigación, Asics creó un material 55% más ligero para las suelas.

Nota del editor: Este y otros artículos lo puedes consultar en la  edición 257  de la revista Manufactura, Especial Industrial sin Fronteras, correspondiente a mayo de 2017.

Los fabricantes globales de calzado deportivo apuestan a la investigación y desarrollo para ganar terreno en un mercado que alcanzará un valor de 84,500 millones de dólares (mdd) en 2018.

Un ejemplo es la japonesa Asics —el quinto mayor fabricante del mundo con 2.7% del mercado— cuyo modelo MetaRun incorpora tecnología de materiales que tardó tres años en desarrollarse.

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Todos los materiales son patentados y desarrollados por la empresa en el Instituto de Ciencias del Deporte, en Kobe, Japón, desde 1985.

En ese lugar es donde la imaginación y el conocimiento ponen a trabajar a 100 personas. Por ejemplo, las ventosas que se observaban en los trozos del pulpo encendieron la chispa de la creatividad para el fundador Kihachiro Onitsuka, aún en la época de la posguerra, comenta Teo Husemann, presidente de Asics México.

“Se le ocurrió hacer zapatos de basquetbol con suela de caucho pero con ventosas para que los jugadores tuvieran una mayor adherencia al piso… Fue tanta la adherencia que incluso se caían”, comenta el vocero de la marca japonesa con apenas tres años en el mercado mexicano.

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A partir de entonces la compañía, con más de 60 años de historia, comenzó un recorrido bajo la filosofía nipona del “Kaizen”, mejora continua, que le ha permitido tener modelos que hoy día alcanzan hasta 19 generaciones de reinvensión, es el caso del GEL-Nimbus®19.

“Cada calzado es desarrollado para corredores que pueden presentar pisadas distintas e idear la forma en cómo mejorar el desempeño en su andar”, menciona Husemann.

Innovación desde la suela

Competir con marcas como Nike, Adidas o New Balance —las tres mayores del mercado a nivel global— no es fácil para ningún fabricante, por lo que es imprescindible dar un extra.

La firma japonesa tuvo que impulsar el desarrollo de insumos especialmente diseñados para algunos de sus modelos. Tan sólo en 2015 invirtió 26.6 mdd en investigación y desarrollo.

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Un ejemplo de este trabajo innovador es MetaRun, uno de los modelos más recientes que contiene FlyteFoam, un material patentado por la marca y hecho a partir de fibras orgánicas, que implicó tres años y 300 prototipos de investigación y desarrollo.

Este material hace la suela 55% más ligera que el promedio usado por la industria en un calzado similar.

Según el directivo, un proceso de desarrollo normal para un modelo de nueva generación implica entre 18 y 24 meses, mientras que muchos de los competidores logran fabricar calzado (para corredores) entre nueve y 12 meses.

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“Somos de las empresas que más invierte en tiempo para el desarrollo e investigación”, enfatizó.