Politécnicos compiten con un prototipo de auto Fórmula 1
Un grupo de 25 estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) representará a México en una competencia de habilidades en ingeniería y negocios, sobre un prototipo de automóvil de carreras Fórmula 1, que debe correr a más de 100 kilómetros por hora.
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Se trata de la carrera Fórmula SAE (Society of Automotive Engineering), que se realizará del 21 al 24 de junio en Lincoln, Nebraska, Estados Unidos, donde los mexicanos competirán contra estudiantes de 80 universidades del mundo.
Ahí los concursantes armarán el automotor que ellos mismos diseñaron, además de que presentarán un proyecto de negocios para promoverlo en grandes empresas.
Luis Fernando Andrade Torres, Axel Coronel Flores, Lizbeth Magaña León y Daniel Chacón —este último el piloto que presentará la prueba técnica para verificar la potencia y el alcance del automóvil— platicaron sobre su preparación para la competencia.
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Lizbeth Magaña informó que Fórmula SAE tiene el propósito de probar los conocimientos adquiridos en clases, en aspectos como diseño e ingeniería.
“La competencia consiste en el diseño y manufactura de un vehículo de Fórmula 1. Se hacen pruebas dinámicas, estéticas y una presentación de un plan de negocio, que se plantea como si nosotros tuviéramos una empresa y los jueces fueran inversionistas que van a financiar el producto”, explicó.
Aprender de la experiencia pasada
Fernando Andrade comentó que en 2015, otros estudiantes del IPN tuvieron la oportunidad de participar en la SAE; sin embargo, en la prueba técnica tuvieron un contratiempo, pues no pudieron poner en marcha el carro, debido a que no se pudo conectar la computadora al motor.
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Esta vez no habrá ese problema, porque ahora el diseño que presentarán es más estético, además de que cuentan con el apoyo de estudiantes que en esa época participaron.
El proceso empezó en septiembre de 2016, con la convocatoria. Una vez registrados, los politécnicos realizaron el diseño en computadora y ya en marzo empezaron armar el automóvil que, desde el sábado 17 de junio, viajó por tierra a Lincoln, Nebraska.
Foto: Cortesía de Comunicación Social del IPN.
La inversión que debieron hacer fue de más de 600,000 pesos, recursos obtenidos a través de donativos que administra la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas.
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“Son donaciones que nos hacen empresas y algunos de los patrocinadores más fuertes son Bosch y Dupont. Este recurso nada más está etiquetado para la construcción”, agregó Lizbeth Magaña.
Daniel Chacón, quien es uno de los capitanes del equipo y uno de los dos pilotos que exige la SAE, comentó que lo más importante que se pide es garantizar la seguridad del automóvil.
Entre las características que deben cumplir los pilotos está la estatura, el largo de las piernas, y saber manejar auto y motocicleta, porque el motor que tiene este vehículo en particular es de motocicleta.
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“Entre las exigencias es que sea un motor de hasta 750 centímetros cúbicos. En esta ocasión utilizamos un motor de 600 centímetros cúbicos, que es de una moto Yamaha R6S. También nos exigen que sea un chasis tubular y que esté perfectamente equilibrado”, explicó Daniel Chacón.
Enfrentar la realidad, el mayor reto
Por su peso y motor, el vehículo de los mexicanos puede llegar de cero a 100 kilómetros por hora en tres segundos y de velocidad de punta puede alcanzar 290 kilómetros por hora.
El profesor Omar Nava, asesor académico del equipo, informó que el armado de este vehículo se trata de un proyecto interdisciplinario del IPN que enfrenta un gran desafío, porque la competencia conlleva una normatividad muy exigente para construir el automóvil.
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“El reto mayor es demostrar que el proyecto que SAE aprobó en el papel, en el diseño, sea funcional en la práctica, que cumplamos con las exigencias y que tengamos un vehículo de calidad”, comentó el profesor.
Dentro de las innovaciones que presenta este modelo destaca que la computadora del equipo es programable, es decir que se puede adaptar a cualquier motor, concluyó Nava.