EU rechazó la propuesta de Canadá sobre contenido regional automotor
Los negociadores de Estados Unidos, Canadá y México están avanzando en la modernización de su acuerdo comercial, pero... muy, muy, muy despacio.
El sexto round de las conversaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) concluyó el lunes en Montreal, Canadá.
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Las tres partes acordaron algunos asuntos, como el comercio digital o las telecomunicaciones, las cuales no estaban en el acuerdo original que se convirtió en ley en 1994.
Pero en los temas álgidos, incluida la fabricación de automóviles, no hay señal de compromisos.
“Esta ronda fue un paso adelante, pero estamos progresando muy lentamente", dijo el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, en una conferencia de prensa en Montreal.
Fue la primera ronda de conversaciones en dos meses después de que las negociaciones se estancaron en el otoño pasado.
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Lighthizer arremetió este lunes contra la principal contrapropuesta de Canadá con respecto a la fabricación de automóviles en Norteamérica.
Actualmente, aproximadamente 62% de las piezas de automóviles vendidos en México, Estados Unidos y Canadá se hacen en la misma región. La meta es mantener algo de producción de automóviles y empleos.
La administración Trump propuso elevar ese umbral de 62% a 85%. De las partes originarias de América del Norte, la mitad tendrá que provenir de Estados Unidos y esto parece ser el mayor motivo de ruptura para Canadá y México.
La ‘manzana de la discordia’
El principal funcionario comercial de Estados Unidos no tenía interés en la propuesta de Canadá sobre estas llamadas reglas de origen para la fabricación de automóviles. Los detalles de la contraoferta no estaban disponibles de inmediato, sin embargo la prensa interancional ha dado cuenta de una oferta en el sentido de incluir en el contenido regional aspectos como el software y otros insumos de alta tecnología.
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“Encontramos que la propuesta de las reglas de origen para automóviles que se presentó, al momento de ser analizada puede conducir a un contenido regional menor del que tenemos ahora, lo que se traduce en menos empleos", dijo Lightizer, al lado de la Canciller canadiense, Chrystia Freeland. "Esto es lo contrario a lo que estamos tratando de hacer”.
Los fabricantes de automóviles estadounidenses en realidad están del lado de los funcionarios canadienses y mexicanos. Los defensores de la industria creen que un aumento importante en el porcentaje de piezas de automóviles que deben ser originarias de América del Norte o de Estados Unidos, perjudicará la producción de automóviles.
Argumentan que el umbral actual del 62% ya es muy alto y un incremento interrumpirá las cadenas de suministro globales. Es decir: los automóviles se volverán más caros.
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“Creemos que la propuesta de Estados Unidos tendrá el efecto opuesto de los objetivos de la administración, daría como resultado una disminución en las ventas y en última instancia, una disminución en los empleos", dijo Jennifer Thomas, vicepresidenta de la Alianza de Fabricantes de Automóviles, un grupo que representa a casi todos los fabricantes de automóviles, incluidos Ford, GM, Toyota y BMW.
Aun así, el optimismo cauteloso rodeó las conversaciones.
“Aún tenemos desafíos sustanciales que superar, pero el progreso que hemos logrado hasta ahora nos lleva por buen camino", dijo este lunes el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, quien ayudó a negociar el acuerdo original a principios de la década de 1990.
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Freeland, la máxima funcionaria canadiense, dijo que espera un pacto comercial que sea "ganar, ganar, ganar" para los tres países y que estaba satisfecha con el progreso logrado. Pero llamó a las propuestas de Estados Unidos "sin precedentes”.
Los funcionarios terminaron un nuevo capítulo del TLCAN sobre las leyes de corrupción. La próxima ronda será en febrero en la Ciudad de México, aunque las fechas exactas no fueron claras.
