'Fueron dos ingenieros': jefe de Volkswagen en EU
El engaño de Volkswagen (VW) en las pruebas de emisiones a sus vehículos diésel no fue una decisión de la compañía, sino el resultado de las acciones de un pequeño número de ingenieros, dijo este jueves su máximo ejecutivo en Estados Unidos.
"Por lo que sé, no se trató de una decisión corporativa; es algo que hicieron varios individuos (…) Fueron un par de ingenieros de software que lo instalaron, vaya usted a saber por qué razón", afirmó Michael Horn, presidente y presidente ejecutivo de Volkswagen Group of America, que habló bajo juramento ante un panel de legisladores estadounidenses que investiga las irregularidades de la automotriz alemana.
"Estoy de acuerdo en que es muy difícil de creer, y a mí también me cuesta creerlo", agregó.
Más temprano el jueves, fiscales alemanes allanaron las oficinas centrales de Volkswagen y otras dependencias de la empresa, como parte de su investigación para ver si la firma amañó también las pruebas en Europa.
Volkswagen indicó que está colaborando con las pesquisas y entregó un "amplio" abanico de documentos.
El objetivo era engañar
Michael Horn, admitió este jueves ante un comité del Congreso estadounidense que el objetivo del software instalado en algunos de sus vehículos diésel era ocultar sus emisiones reales.
Horn también afirmó que no supo hasta el 1 de septiembre de este año que los vehículos del grupo alemán contenían el software ilegal y añadió que, hasta ese momento, sólo sabía que algunos de esos automóviles diésel no cumplían con las normativas estadounidenses sobre emisiones.
Nota: Volkswagen elige al encargado de esclarecer el escándalo
Ante las preguntas de los congresistas estadounidenses, el presidente reconoció que no sabía exactamente cómo funciona el software instalado en los motores a diésel turbo de 2 litros porque no es "un ingeniero"; sin embargo, indicó que la compañía será capaz de reparar los vehículos afectados.
Horn se disculpó varias ocasiones, en nombre de la compañía y sus colegas en Alemania, ante el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes por el uso de este programa cuyo fin era manipular las emisiones durante las pruebas y señaló que VW está dispuesta a "aceptar las consecuencias" de sus actos.
Según Horn, los responsables del engaño "serán identificados" y sufrirán las consecuencias, pero indicó "cualquier información en este momento es preliminar (…) Les pedimos su comprensión hasta que terminemos este trabajo".
Fechas de reparación
Michael Horn reconoció que la mayoría de los vehículos trucados para ocultar sus emisiones no serán arreglados hasta 2017.
A preguntas de congresistas de la Cámara de Representantes sobre cuándo VW arreglará los casi 500,000 vehículos trucados, Horn admitió que, en la mayoría de los casos, la compañía todavía no sabe cuándo lo podrá hacer, pero que estima que llevará "más de un año, definitivamente".
Horn explicó que tres generaciones de motores turbo diésel de 2 litros han sido manipulados por el software ilegal para ocultar sus emisiones.
De estas tres generaciones, solo la tercera, que corresponde a los motores instalados en los modelos de 2015 y 2016, serán arreglados de forma sencilla modificando su software.
Pero Horn reconoció que en los otros dos casos, y que suponen la inmensa mayoría de los vehículos afectados, la solución tardará más tiempo.
El presidente admitió que el objetivo es hallar la solución para los motores de la primera generación, que implican a "la mayor flota" de vehículos y para los que "no hay fecha" para su arreglo.
Horn dijo que en dos semanas VW tratará con la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos "los escenarios" para arreglar los motores de la primera generación.
Violación de la confianza
Horn es el primer ejecutivo del fabricante alemán que comparece ante el Congreso para dar explicaciones sobre este escándalo que amenaza a Volkswagen con miles de millones de dólares en multas en Estados Unidos y, probablemente, también con cargos criminales.
La compañía fue duramente criticada por los legisladores cuando se inició la audiencia en la Cámara.
"La confianza ayudó a construir Volkswagen porque creíamos que la compañía daba prioridad a sus consumidores", dijo el jefe del Comité, Tim Murphy. Lo que hizo la empresa "representa una violación fundamental de la confianza del público", añadió.
Dijo que la Volkswagen debe responder qué sucedió, quiénes estuvieron involucrados y por qué se tomaron estas medidas.
El congresista Peter Welch dijo que la compañía es "el Lance Armstrong de la industria automotriz", refiriéndose al campeón del ciclismo que luego se vio envuelto en un escándalo por dopaje.
Argumentando que los concesionarios de Estados Unidos ahora son rehenes de coches que no pueden vender, los legisladores le preguntaron a Horn si la compañía planea reemplazarlos; así como reemplazar los que ya fueron comprados.
Horn respondió: "No. Nuestro plan no es recomprar el inventario. Nuestro plan es arreglar los automóviles".
El escándalo se desató el 18 de setiembre, cuando se supo que medio millón de autos diésel de la empresa tenían ese sistema para eludir los controles antipolución.