¿El renacer de Takata?

Nota del editor: El texto completo de este artículo lo puedes consultar en la edición 262 de la revista Manufactura, 19S Oportunidades ante la crisis, correspondiente a octubre de 2017.
La planta de herramientas de precisión que opera Stampl en Torreón, Coahuila, funciona con normalidad, a pesar de que Takata, su principal cliente, se declaró en quiebra hace dos meses.
Recomendamos: Takata ‘se desinfla’ y se declara en bancarrota
“Tenemos pedidos en proceso, se siguen generando órdenes de compra y recibiendo pagos en tiempo y forma”, dice José Luis Hotema, director general de Stampl y presidente del Clúster Automotriz Laguna, al que pertenece Takata.
Sin embargo, los problemas de reputación y las deudas que enfrenta la empresa auguran un futuro incierto, incluso si cambia de nombre. "Cuando pierdes credibilidad en el sector automotriz, aunque sanees tu situación financiera es difícil que quieran comprarte”, señala Guillermo Abdel, director de estudios de competitividad del ITAM.
Leer: Takata trabajará normalmente en México