El Consejo de Administración de Pemex aprobó un plan de ajuste presupuestal por 62,000 millones de pesos, lo que obligará a la petrolera mexicana a frenar proyectos de inversión y renegociar contratos con algunos de sus proveedores.
"El ajuste es de tal magnitud que se está difiriendo la ejecución de las principales obras en esta materia (suministro de petrolíferos), incluyendo reconfiguraciones de refinerías y los proyectos de gasolinas y diesel limpios (Ultra Bajo Azufre)”, dijo la empresa en un comunicado.
Esto tendrá un impacto directo en los proveedores de la empresa, por lo que el Consejo “instruyó a la Administración a convocar a los contratistas para renegociar contratos, las cuales mantendrá estas negociaciones con estricto apego a la ley”.
“Pemex reconoce la importancia de los contratistas, siendo una relación de largo plazo; sin embargo, muchos de los contratos se firmaron cuando las condiciones de mercado eran distintas”, dijo la empresa.
El año pasado, el Congreso mexicano había aprobado una partida presupuestal de 540,000 mdp para Pemex, pensando que el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo se ubicara en 79 dólares; sin embargo, se ubica en alrededor de 49 dólares por barril, habiendo, incluso, tocado un nivel mínimo de 37 dólares durante enero.
Del presupuesto total de Pemex, una tercera parte está orientada a la operación y a dar cumplimiento a obligaciones laborales y de pensiones; las otras dos terceras partes equivalentes a 366 mil millones de pesos serán para la ejecución de los planes de inversión de la empresa.
La empresa señaló que el programa de ajuste presupuestal se construyó para minimizar el efecto en la producción de crudo y gas, el impacto en la restitución de reservas y mantener la capacidad de suministrar el mercado nacional de petrolíferos.
Asimismo, busca reducir el impacto en la seguridad y confiabilidad de las instalaciones y con apego a las normas ambientales, así como el posible impacto en la competitividad futura para la apertura del mercado nacional de petrolíferos y aumentar la rentabilidad de Pemex.
El consejo de administración también busca reducir el gasto corriente, incluyendo los relativos a recursos humanos y servicios personales, buscando reducir el impacto en los proyectos de inversión productiva de Pemex, tal como lo están haciendo las empresas del sector.
Agrega que la empresa está sujeta al cumplimiento de una meta anual de balance financiero, medida que busca mantener una correspondencia entre ingresos generados y egresos incurridos en el año, incluyendo el servicio de la deuda. Para 2015 dicha meta considera un déficit de 155 mil millones de pesos.