El huracán Odile entró en la madrugada del 15 de septiembre a las costas de Baja California Sur. Durante varias horas se interrumpió el suministro de agua y luz; tampoco había teléfono. Finalmente, cinco municipios de la entidad fueron declarados zona de desastre.
Reestablecer operaciones en medio del desastre, no ha sido sencillo para las empresas establecidas en la entidad, y menos para aquellas que no tienen un plan de contingencia.
“Tener una estrategia no va a evitar los daños, pero sí va a ayudar a la empresa a reestablecer sus operaciones más rápido”, dijo Leonardo García, auditor y consultor de la certificadora BSI.
Por ejemplo, durante el huracán Alex, que en 2010 azotó el noreste de México, las empresas que tenían implementada la norma ISO-31000 (enfocada en la gestión del riesgo) restablecieron sus operaciones en ocho horas, mientras que las que no tenían ningún plan de gestión de riesgo tardaron entre cuatro y cinco días, detalló García.
Este estándar establece un marco de trabajo (framework) y un proceso destinado a gestionar cualquier tipo de riesgo de forma sistemática y estructurada dentro de cualquier alcance o contexto.
En México hay 72 empresas que han implementado esta norma, detalló el especialista en estándares ISO.
Proceso de gestión de riesgos