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“Cadena de errores”, el fraude de VW: directivo

El origen del escándalo se remonta a 2005, según la automotriz.
jue 10 diciembre 2015 09:32 AM
Volkswagen Wolfsburgo
Volkswagen Wolfsburgo - (Foto: Reuters)

La manipulación fraudulenta de Volkswagen para superar los controles anti contaminación es fruto de "una cadena de errores" iniciada en 2005, afirmó Hans Dieter Pötsch, presidente del consejo de vigilancia del grupo.

El escándalo "no resulta de un error aislado sino de una cadena de errores que no se rompió en ningún momento", reconoció Pötsch ante una rueda de prensa este jueves.

De acuerdo con el directivo, el origen del fraude se remonta a 2005 cuando Volkswagen lanzó una ofensiva en el diésel para el mercado estadounidense, pero era imposible cumplir los límites de emisiones de nitrógenos con el motor EA 189 dentro del periodo requerido y con el presupuesto detalló el directivo.

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Nota:  Ingenieros de VW admiten manipulación de emisiones

Según los primeros resultados, influyeron tres factores, de acuerdo con Pötsch: "errores e infracciones individuales de ciertos empleados en ciertos ámbitos de la empresa", "debilidades en ciertos procesos" y "una actitud de parte de algunos que consistía en tolerar las infracciones de la ley".

Este último punto "es el más difícil de aceptar para nosotros", añadió, sin detallar la identidad de los responsables, ni su número.

"Ningún negocio justifica superar los límites legales y éticos. Aunque no podemos prever una mala conducta por individuos definitivamente, en el futuro será muy difícil evitar nuestros procesos", agregó.

Volkswagen, propietaria de 12 marcas, desencadenó en septiembre la mayor crisis de su historia al reconocer que había instalado en los motores de 11 millones de vehículos diésel un software capaz de brindar datos falsos en los resultados de las pruebas ambientales.

Quién hizo qué

Pötsch hizo sus comentarios al presentar un primer balance de dos investigaciones, una interna, que deberá concluir "dentro de poco", y otra encargada a Jones Day, un bufete de abogados estadounidenses, y que continuará hasta 2016.

En total, 450 expertos han sido movilizados para hallar el origen del escándalo que ha sumido el grupo alemán en una situación "tensa", según reconoció en la comparecencia Matthias Müller, el nuevo presidente del grupo.

Müller dijo que el grupo de 12 marcas está en una situación "que no es dramática, aunque sí tensa", y reiteró su promesa de esclarecer el escándalo y de reorganizar el grupo en profundidad.

"La situación es grave, pero no hundirá a la empresa", prometió.

De momento, Volkswagen ha hecho salir a siete personas, entre ellas su presidente desde 2007, Martin Winterkorn, quien dimitió en septiembre asumiendo la responsabilidad del escándalo , afirmando al mismo tiempo que no había sabido nada antes.

Por el momento, añadió Pötsch, ex director financiero del grupo, "no tenemos pruebas de la implicación (en el escándalo) de miembros del directorio o del consejo de vigilancia" presentes o pasados y agregó que no nombraría a ningún individuo involucrado, porque probablemente sólo un número limitado de personas participó en el engaño.

Pötsch también acordó medidas para mejorar la supervisión en el desarrollo del software de motores para evitar futuras manipulaciones, además de que planea introducir una nueva estructura corporativa que entraría en vigor en todo el grupo a principios de 2017.

El gigante de la industria automotriz alemana cuenta con un volumen de negocio de unos 200,000 millones de euros y unos 600,000 empleados en todo el mundo, sufrió entre julio y septiembre su primera pérdida neta en 15 años (1,673 millones de euros).

El resultado fue consecuencia directa de los 6,700 millones de euros aprovisionados para hacer frente a las consecuencias judiciales del escándalo.

Justo antes de la comparecencia de este jueves, la presión se relajó sobre Volkswagen en otro frente, el de las sospechas de manipulación de las emisiones de CO2 de otros 800,000 coches.

Según dijo el grupo el miércoles, contrariamente a lo que había anunciado, no hay pruebas de manipulación en las emisiones de CO2 de esos vehículos .

Además anunció que por el momento no se ha confirmado el posible impacto negativo en sus cuentas de este caso, valorado inicialmente en 2,000 millones de euros.

Europa acepta soluciones técnicas

Volkswagen informó también que las autoridades de la Unión Europea "han evaluado positivamente" las soluciones técnicas para los clientes en esa región al presentar los primeros resultados de las investigaciones internas de la manipulación de emisiones de gases.

Müller dijo que "se empezará a implementar las soluciones en enero de 2016".

La llamada a  revisión de los vehículos con un motor diesel (TDI) de 2 litros comenzará en enero de 2016, la de los vehículos con un motor TDI de 1.2 litros está prevista para el segundo trimestre del próximo año y la de los modelos de 1.6 litros para comienzos del tercer trimestre.

En los dos primeros casos es necesaria una actualización del software y en el caso de los motores de 1.6 litros se necesita además un ajuste del hardware.

No obstante, en el caso estadounidense la situación es más compleja, porque los límites de óxido de nitrógeno son más estrictos y la compañía coopera con las autoridades de protección medioambiental.

"Es un reto técnico mayor actualizar los vehículos de modo que se puedan lograr los límites de emisiones" en Estados Unidos, según VW.

*Con información de EFE y CNNExpansión

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