Las autopartistas aceleran para ganar mercado
Nota del editor: El artículo completo lo puedes consultar en la edición 258 de la revista Manufactura, Especial de Innovación, correspondiente a junio de 2017.
A partir de este año, 12 pequeñas y medianas empresas (pyme) mexicanas empezarán a proveer a seis fabricantes Tier 1, que antes importaban componentes —como herramentales, troqueles y forja— de Estados Unidos, Europa y Asia.
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Alfonso Peña, director del Comité de Proveedores del Clúster Automotriz de Nuevo León (Claut) —que fue el organismo que coordinó el proyecto—, estima que la iniciativa permitirá sustituir importaciones por 2,300 millones de pesos (mdp) al año —unos 127 millones de dólares (mdd)—.
Pero es apenas un cambio incipiente. Según ProMéxico, el país importa unos 50,000 mdd en materias primas, insumos y herramentales. Una cifra que, lejos de disminuir, se ha elevado en los últimos cinco años, tras la llegada de ocho plantas armadoras.
“Si bien en la fabricación de vehículos hay un altísimo nivel de integración, de entre 60 y 80% dependiendo del modelo, en la industria de autopartes el promedio es de 30%”, dice Peña.
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Entre los casos más extremos están los faros, hechos con 90% de componentes importados, o las fundas de los asientos, que tienen hasta 70% de tela traída de otros países.
Verónica Orendain, directora General de Industrias Pesadas y de Alta Tecnología de la Secretaría de Economía, reconoce que el desarrollo de proveedores de segundo y tercer nivel es una tarea pendiente para incrementar la competitividad del país como plataforma de producción de vehículos.
Sobre todo porque tener proveeduría local reducirá los costos y tiempos de operación de la industria terminal y de los proveedores Tier 1.
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Idealmente, la cadena de suministro debe tener la forma de una pirámide, con una base grande de proveedores de materias primas, otro nivel de proveedores de componentes, otro más reducido de subensambles y en la punta las armadoras.
“Pero en México no ocurre así. Aquí más bien la cadena tiene una forma de rombo”, dice Oscar Albín, presidente de la Industria Nacional de Autopartes.
Hay una base robusta de proveedores de primer nivel —en promedio detrás de cada armadora vienen entre 20 y 30 empresas Tier 1—, pero hay vacíos en los cimientos de la pirámide.