KIA se prepara para las nuevas reglas de origen del TLCAN 2.0
La automotriz surcoreana KIA ya está en proceso de hacer cuentas para evaluar cómo ajustará la producción de su planta mexicana a las nuevas reglas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en materia de contenido regional automotor.
“Vamos a estar trabajando para acoplarnos a las nuevas condiciones. Pero vamos a esperar a que la casa matriz nos diga claramente dónde estamos y hacia dónde debemos ir”, dijo Horacio Chávez, director general de KIA Motors México.
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La marca produce 314,000 unidades en la planta de Pesquería, Nuevo León, y alrededor de 85% de esta producción se exporta principalmente a Estados Unidos —que absorbe 54% de los envíos— y Canadá —que se queda con 12%.
Según cifras de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA por sus cifras en inglés), los modelos Forte y Río tienen un porcentaje de contenido regional mayoritariamente mexicano de cerca de 47% del total.
La planta de Pesquería se abastece tanto de las 14 plantas de proveedores que llegaron a México con la armadora y que también son filiales del Grupo Hyundai —por ejemplo de la planta de WIA salen los motores—, como de 500 proveedores externos.
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Este es el caso es la siderúrgica Ternium, que suministra 20% del acero que consume la planta de KIA; mientras que la mexicana Vitro provee parte de los parabrisas y cristales para los vehículos.
La producción aumentará en 2019
Con esta integración, la planta de Pesquería cumple con los porcentajes de contenido regional estipulados en el TLCAN vigente para exportar a Estados Unidos y Canadá con preferencias arancelarias.
Pero ahora, tras el principio de acuerdo entre México y Estados Unidos para alcanzar un TLCAN 2.0, estos porcentajes se modificarán.
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El nuevo pacto entre México y Estados Unidos establece una regla de origen más estricta: para mantener esta preferencia arancelaria en la región, los vehículos deben integrar 75% de contenido regional.
Asimismo, 40% de este contenido deberá provenir de componentes fabricados en zonas de alto salario dentro de la región, donde se pague a los trabajadores un sueldo de 16 dólares por hora. Hoy día, Estados Unidos y Canadá cumplen con este requisito, pero México no.
Pese a los cambios, KIA mantiene el plan de elevar la producción en el siguiente año y alcanzar la capacidad máxima instalada de 400,000 unidades al año.
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Actualmente, la armadora produce 314,000 unidades. “Por el momento no hay un impacto, por lo menos por este año no hay ninguna modificación en nuestros plantes”, dijo Chávez.
Desde antes, la empresa puso ‘sus barbas a remojar’
Esta expansión puede venir de la demanda de otros mercados a los que KIA ha empezado a atender desde México. Pero cuando inició la renegociación del TLCAN, hace poco más de un año, la automotriz empezó a diversificar sus exportaciones hacia el resto de América Latina, Asia y Medio Oriente.
Por ejemplo, el modelo Forte ya se manda a 24 mercados, mientras que Río llega a 55.
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“En 2016, cuando inició la producción en la planta, Estados Unidos representaba 85% del total de las exportaciones. El año pasado, la proporción fue de 63% y este año será de 57%. El volumen sigue creciendo, pero ya dependemos menos de un solo mercado”, dijo Chávez.
Gracias a esta estrategia, la planta de Pesquería ha mantenido una producción constante y estable a lo largo del año, aún y cuando las ventas de autos compactos y subcompactos en el mercado estadounidense han caído 12.9% en el lapso enero-agosto, comparado con el mismo periodo de 2017.
