¿Y dónde están los 'cadáveres' de las víctimas de los robots?
Nota del editor: Esta columna se publicó originalmente en la edición 259 de la revista Manufactura, 100 Manufactureras, correspondiente a julio de 2017.
(Manufactura) — Desde hace tiempo escuchamos hablar de una especie de apocalipsis laboral que traerá la automatización y robotización a gran escala. Robots de todo tipo, desde bots de software hasta vehículos autónomos, pasando por los robots industriales clásicos y drones... que van, inexorablemente, a reemplazar al ser humano y a sacarlo del mercado laboral.
Pero ¿dónde está el cadáver?, ¿dónde están los asesinos sosteniendo la pistola humeante?
Presumiblemente, la irrupción de los robots debería producir un espectacular aumento de la productividad y un elevadísimo desempleo. Ateniéndonos a las cifras, tanto la productividad como el desempleo en las economías de los países desarrollados nunca han sido tan bajas. Observamos una recesión de la productividad en Estados Unidos y un aumento del empleo con salarios que crecen por encima de la productividad… ¿Es esto coherente con un mundo altamente automatizado? Yo creo que no. Todavía no.
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Si tenemos en cuenta la inversión de capital como indicativo del crecimiento del parque robótico, y la juntamos con la inversión en hardware y software, vemos que las cifras se encuentran en su periodo más bajo de los últimos sesenta (¡!) años. Si desconfiamos de estas cifras, echemos un vistazo a la evolución de la destrucción de empleos por causa de la tecnología. Esta está generando la menor eliminación de empleos de los últimos 165 años…
Desde un punto de vista laboral, fueron mucho más dañinas para el empleo a corto plazo la irrupción del vapor, la electricidad o prácticamente cualquier cambio tecnológico pasado que la automatización y la robotización. Es más, parece que la globalización tiene un efecto mucho más importante sobre la destrucción de empleo (en los países occidentales, en el resto del mundo el impacto neto es positivo) que la irrupción de los robots en el panorama laboral.
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Dicho esto, ¿creo en un futuro en el que el trabajo no vaya a cambiar de manera drástica? No.
La automatización y la robótica, combinadas con tecnologías cognitivas y el resto de soluciones disruptivas y habilitadores tecnológicos, sin duda cambiarán el panorama del empleo en los próximos años. Y lo hará de manera profunda e irreversible.
El mundo laboral del futuro (próximo) se parecerá poco al actual, soy un firme creyente. No obstante, a corto plazo y en el momento actual, los datos cuantitativos se muestran tercos para sostener que este cambio se haya producido ya. ¡Buenas noticias para prepararse bien con miras al cambio que se avecina!
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*Socio responsable de Innovación y Manufactura en Consultoría de Deloitte en México.
