Cierra la última mina de carbón en Gran Bretaña
Un capítulo de la historia británica acabó este viernes cuando los mineros del último turno abandonaron la mina de Kellingley, la única de carbón que quedaba en Gran Bretaña, antes de su cierre definitivo.
Los mineros abandonaron entristecidos el pozo un poco antes de las 13:00 horas (tiempo local), poniendo punto final a 50 años de servicio de esta mina.
"Me gustaría dar las gracias a mis colegas por su trabajo difícil y su dedicación en tiempos complicados. Como ellos, yo pensaba acabar mi carrera aquí, pero no será posible", dijo el director de la mina, Shaun McLoughlin.
FOTO: AFP.
"Es un día triste para todos los que estamos apegados a esta mina. Pero estoy orgulloso de decir que hemos hecho el trabajo de manera profesional y segura", añadió.
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Las caras tiznadas, las entradas y salidas de los pozos, la chimenea humeante y el baile de camiones y carretillas cargadas de carbón, serán pronto un recuerdo lejano en el Reino Unido (y en Europa), ante el empuje de las importaciones de Rusia y Colombia, principalmente, y la impopularidad del carbón en tiempos de lucha contra el cambio climático.
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Las minas de carbón han estado íntimamente ligadas a la historia económica y social del Reino Unido: alimentaron la Revolución Industrial, contribuyeron a la construcción del Imperio Británico, alumbraron el movimiento sindical e inspiraron el marxismo.
Los mineros se convirtieron en un símbolo de resistencia para la izquierda con su huelga de un año en 1984-1985 contra el cierre de minas de la primera ministra conservadora Margaret Thatcher, una pugna de la que salió victoriosa y que cambió el rostro de Gran Bretaña.