ASA y los nuevos señores de la turbosina
La apertura del mercado nacional de combustibles no sólo abarca a vehículos terrestres, sino también a la aviación. Este último negocio representó la venta de 4,431 millones de litros de turbosina en 2016, a cargo de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el único proveedor de este petrolífero en la actualidad.
Hace unos días, el Senado de la República eliminó el artículo noveno transitorio del Reglamento de la Ley de Aeropuertos, con lo que el proceso de apertura del mercado de la turbosina camina hacia su consolidación.
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Esta disposición daba a ASA la venta exclusiva del combustible, mientras que la Ley de Hidrocarburos permitía a las empresas solicitar a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) permiso para almacenar, distribuir y suministrar la turbosina a operadores aéreos.
Hasta el pasado 30 de noviembre, la Secretaría de Energía (Sener) tenía 78 registros de diversas empresas como Pemex Transformación Industrial, Shell, Trafigura y Vitol Marketing México, entre otros, para importar el combustible, según registros de la misma dependencia.
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Sin embargo, para que el mercado logre su apertura total, la CRE debe autorizar los permisos de almacenamiento y venta, así como coordinar con ASA una temporada abierta, es decir, poner a disposición del sector privado la infraestructura de almacenamiento y transporte que tiene disponible.
¿Quiénes pueden interesarse por el nuevo mercado?
Entre las marcas que actualmente tienen un permiso de importación vigente destaca Shell, uno de los mayores comercializadores, según el ranking global sobre la venta de turbosina por volumen elaborado por la consultora Technavio.
La petrolera holandesa, con presencia en unos 900 aeropuertos de 40 países, tiene autorización para ingresar al país un volumen de 1,717 millones de litros hasta el 25 de septiembre de 2018. Tal cantidad representa 38% de las ventas que realizó ASA en 2016.
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Vitol es otra de las compañías trasnacionales con permiso para traer al país hasta 9,500 millones de litros, conforme al permiso de la Secretaría de Energía, vigente hasta el 9 de enero de 2018.
Esta empresa europea abastece a aeronaves de 80 aeropuertos del planeta, según datos publicados por Vitol.
A estas dos se suma World Fuel Services, comercializadora de petrolíferos —con sede en California, Estados Unidos—, con permiso para traer a México 4,500 millones de litros. Su permiso lo obtuvo el 7 de noviembre y está vigente hasta el mismo día de 2018.
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Otra holandesa que resalta en la lista de la Sener es Trafigura. Tiene dos permisos diferentes para ingresar un total de 2,320 millones de litros del combustible al mercado mexicano, con fecha límite al 10 de abril del año entrante.
Un reporte de Platts, brazo consultor de S&P Global, refiere que Trafigura fue el 11 vendedor más importante de turbosina en Estados Unidos en 2013. Entre sus filiales tiene a Puma Energy, una de las empresas más grandes en distribución de combustibles.
Temporada abierta en proceso de definiciones
Aunque la apertura del mercado de la turbosina estaba prevista desde el inicio de la reforma energética de 2013, el proceso prácticamente comenzó el pasado 27 de noviembre, cuando ASA envió a la CRE la propuesta para subastar la temporada abierta.
Hasta ahora se desconocen los detalles, por lo que no se puede determinar cuál será la capacidad de almacenamiento y transporte que se pondrá a disposición de los privados. La CRE aún debe aprobarla.
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ASA —órgano desconcentrado de la SCT— tiene una capacidad de almacenamiento de 115 millones de litros, repartidos en 60 estaciones de combustibles en todos los aeropuertos del país, conforme a datos del Programa Institucional de ASA 2013-2018.
Sus instalaciones de almacenamiento representan el consumo de casi 10 días. Según datos de Petróleos Mexicanos (Pemex), el promedio de venta diario entre enero y octubre de este año fue de 13 millones de litros de turbosina. En 2016, este promedio era de 12.1 millones de litros de turbosina, refiere ASA.
Sin embargo, la caída en la actividad de refinación de la empresa productiva del estado provocó que casi uno de cada dos litros de combustibles que se consumen en el país sean importados por Pemex.
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Esta es una tendencia muy reciente pues, en los primeros 10 meses de 2014, Pemex produjo un promedio de 8.6 millones de litros, contra un consumo de 10.5 millones de litros. Hoy día, la petrolera apenas genera 6.6 millones de litros.
