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El laberinto de la petroquímica en México

La industria se refugia en el exterior ante la escasa proveeduría de Pemex.
sáb 30 diciembre 2017 09:29 AM
planta petroqu�mica
planta petroqu�mica - (Foto: Cuartoscuro)

Nota del editor: El texto completo de este artículo lo puedes consultar en la  edición 262  de la revista Manufactura, Oportunidades ante la crisis, correspondiente a octubre de 2017.

Los principales insumos de plásticos que se producen en México son el etileno, propileno, polietileno, benceno, entre otros, y Pemex es el principal proveedor de la industria petroquímica del país.

En 2015 elaboró 7.4 millones de toneladas de petroquímicos, 76.8% del total de la producción nacional, según estadísticas de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), pero su fabricación ha bajado en los últimos años. Hace una década la producción sumó 15 millones de toneladas, según datos oficiales.

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Las subsidiarias de Pemex (Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica) eran las responsables del desarrollo de diferentes cadenas por medio de complejos petroquímicos. Pero en 2013 solo se fabricaban productos en cinco de ocho complejos (Cangrejera, Cosoleacaque, Morelos, Pajaritos e Independencia).

El pasado 6 de julio Pemex concluyó su primera subasta electrónica para adjudicar volúmenes de óxido de etileno, un proceso que la empresa consideró “exitoso”.

Sin embargo, la ANIQ reprochó a la petrolera por aprovechar su posición “monopólica” para reducir su oferta a 138,000 toneladas por año, en vez de 240,000 de su capacidad instalada. En un comunicado aseguró que el precio del insumo aumentó 41% en la subasta, lo que “afectará a la industria química”.

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El óxido de etileno es esencial en la industria petroquímica. Sin este insumo, se quedan sin abasto las empresas que están en la cadena de producción de bolsas, empaques, poliéster, anticongelantes, pinturas y algunos otros.

Esta materia prima es difícil de importar debido a su explosividad, y las empresas locales dependen al 100% de Pemex. La fuente del etileno y otras materias es el etano, el cual se separa del gas natural.

A julio de 2017, Pemex producía unos 5 millones de pies cúbicos de gas natural diarios, pero 70% de este lo utiliza para inyección de pozos y sus procesos, por lo que queda poco etano disponible para la industria petroquímica.

“La subasta no está mal. Es una manera correcta de establecer el precio del mercado. El problema es que esta llega debido a que falta materia prima causada totalmente por mala planeación”, dijo Abraham Klip Moshinsky, director general de Unigel.

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Prácticamente todos los polímeros vinílicos, el polietileno, cloruro de vinilo y poliestileno, salen de la molécula de etano, que se va transformando en la industria petroquímica, explica Enrique Saldívar, director de investigación y vinculación del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA).

“La producción de petroquímicos por parte de Pemex está históricamente en su punto más bajo, y la industria química se está quejando de que no hay suficiente abasto en insumos básicos”, reconoce. Pemex no estuvo disponible durante la elaboración de este trabajo.

Las otras decisiones

En 2016, el valor de la producción de la petroquímica mexicana fue de 15,964 millones de dólares (mdd), 2.0% menos que el año anterior, según estadísticas de la ANIQ. Las importaciones fueron de 27,311 mdd.

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Saldívar, del CIQA, reconoce que la expectativa está en que el ingreso de nuevos petroleros ayude a compensar la baja en la producción nacional, pero “es un proceso que tarda años y, en el ínter, estamos sufriendo por escasez de materia prima”.

Alternativa desde casa

La química y su industria tuvieron una participación del 2.1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2016, y sus aportes repercuten directamente en otros sectores en México, cuyo crecimiento se ha acelerado en los últimos años.

La industria automotriz es una de las que trabaja estrechamente con los plásticos, y el desarrollo de nuevos materiales para autopartes es esencial para su competitividad. México es el sexto productor más importante de autopartes después de China, Japón, Alemania, Estados Unidos y Corea del Sur, y aporta el 3.5% del PIB nacional, recuerda el CIQA.

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Ernesto Hernández, investigador catedrático del Conacyt y coordinador de Laboratorio Nacional en Innovación y Desarrollo de Materiales Ligeros para la Industria Automotriz (Laniauto), comenta que entre el 3 y 15% del peso neto de un automóvil son materiales plásticos y sus compuestos.

El académico considera estratégico apostar por la innovación en el sector petroquímico para mantener el desarrollo automotriz: “Si no lo atendemos, podríamos ver que esta industria se traslade a otros países”.

¿Industria sin salida?

Al ser una industria que importa 70% de sus materias primas y auxiliares, la petroquímica en México depende mucho de las mejoras que haga Pemex en su producción y de la inversión privada que fluya gracias a la reforma energética.

Las inversiones en el sector en México fueron de 1,313 millones de dólares (mdd) en 2016, una caída de 46.1% si se compara con los montos del año anterior, de acuerdo con cifras de la ANIQ.

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Hasta hace poco, en varios países de América Latina la petroquímica estaba a cargo de paraestatales, pero desde que comenzó a caer el precio del barril de petróleo, en 2014, las compañías concentraron sus esfuerzos en exploración y producción de crudo.

Desde entonces, las inversiones en petroquímica han venido por parte del sector privado.

En México, el panorama no es muy halagüeño: “¿Quién va a desarrollar la petroquímica si no hay materia prima?”, cuestiona el director de Unigel México.

El propio presidente de la ANIQ, Eduardo Escalante, reconoce el dilema. “En la medida en que haya mayor producción entonces podremos invertir para transformar esas materias primas”, señaló en entrevista con Manufactura.

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Abraham Klip lamenta que en su momento, por política o mala dirección, se invirtiera solo en crudo y nada en aprovechamiento de gas. “Si antes que el gas estaba en 8 dólares no se hizo inversión para sacarlo, ahora que está en 3, es más difícil”, afirma.

“Hay que entender que las inversiones más importantes ya se hicieron en Estados Unidos”, dice Fallas, de S&P Global Platts. Además, indica, las empresas y la logística están allá y el mercado mexicano es muy accesible gracias a la red de gasoductos.

Pero confiar en el abastecimiento de materias primas desde el exterior nunca será lo mejor. “El día de mañana qué haces si por una cuestión política cierran la válvula y no lo mandan o ponen un impuesto dentro del Tratado de Libre Comercio”, alerta Klip.

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