ASA bursatilizará los proyectos de almacenamiento de turbosina
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) trabaja junto con Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) en el diseño de un Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces, especializado en combustibles para la aviación, un Fibra E, el cual puede quedar listo este primer semestre.
Leer: Cofece sugiere retirar a ASA la exclusividad del abasto de la turbosina
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, explicó que la idea de esta propuesta consiste en que el almacenaje de combustibles también se abra a la inversión privada y que pueda bursatilizarse, como lo permite la reforma energética.
“Esperemos que Fibra E de ASA este lanzándose al mercado bursátil, creo que son los tiempos lógicos porque son instrumentos financieros muy complejos (en términos de) valor, infraestructura y de ofrecimiento del mercado. No puede lanzarse esto sin hacerse una promoción previa”, afirmó el funcionario.
Recomendamos: ASA y los nuevos señores de la turbosina
En la inauguración del foro “La Reforma Energética y los Combustibles de Aviación”, el funcionario aseguró que Fibra E de ASA tendrá todos los requerimientos de apertura, transparencia y garantía al mercado. “Habrá noticias pronto”, dijo Gerardo Ruiz.
Asimismo, el encargado de la política de infraestructura del país expuso que México tiene un mercado muy estable de turbosina y recordó que en la actual administración se promovieron reformas legales para incrementar de 25% a 49% la participación de la inversión extranjera en la aviación, lo que ha generado alianzas entre aerolíneas.
Recomendamos: Preparan la temporada abierta de la turbosina
Los cambios legales también facilitaron la apertura de nuevas rutas para incrementar la conectividad, además de que se implementaron procedimientos de tránsito aéreo que promueven ahorro de combustibles y costos para las aerolíneas.
A decir de Ruiz Esparza, otro evento notable en los servicios de aviación es el hecho de que las aerolíneas han incrementado 65% la flota aérea, en tanto que las aeronaves de las principales empresas pasaron de una antigüedad de 18 a seis años en promedio.