Si México no respeta los contratos petroleros se fugarán capitales
El futuro de la reforma energética, la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), además de problemas pendientes como la corrupción y la inseguridad pública constituyen los ingredientes para una “tormenta perfecta” de incertidumbre que amenaza el atractivo de México como destino confiable para la inversión.
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Carlos Pascual, vicepresidente senior global de Energía de IHS Markit —empresa de consultoría empresarial—, manifestó no obstante que si de todos estos factores hubiera más claridad sobre el destino que tendrá la reforma energética, la incertidumbre del sector privado sobre el país podrá mitigarse.
El ejecutivo —que también fue embajador de Estados Unidos en México— hizo ver que, de momento, sí es posible aclarar con prontitud el destino que tendrán los contratos petroleros que ya fueron firmados por la actual administración, pero que el ahora virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha manifestado que desea revisar.
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El riesgo de que no haya precisión al respecto es que la comunidad internacional asumirá este mensaje: "aquí no se respetan contratos”, por lo que puede presentarse “una fuerte fuga de capitales”, hizo ver Carlos Pascual.
En este sentido, el consultor recomendó ponderar la información de terceras fuentes sobre la calificación que han dado organismos internacionales a los procesos de licitación que se han celebrado en el sector de hidrocarburos del país.
Recientemente el Instituto para la Gobernanza de los Recursos (NRGI) dio una opinión positiva sobre la transparencia y eficiencia en el proceso adjudicaciones de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) de México.
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De modo que comentarios como este podrán agilizar el análisis y discusión de la propuesta de López Obrador, opinó Carlos Pascual en el panel final del Seminario sobre Perspectivas 2018 para México, organizado por IHS Markit y el Instituto de Desarrollo Empresarial de la Universidad Anáhuac.
TLCAN para 2019
Tras advertir que no existe un escenario simple en la relación comercial de México y Estados Unidos, Carlos Pascual recordó que las señales que ha mandado la administración del presidente Donald Trump difícilmente hacen pensar que el TLCAN estará listo antes de 2019.
"Por qué cambiaría (la postura) antes de las elecciones de noviembre", consideró el consultor.
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En caso de llegar a un acuerdo en agosto, como han planteando funcionarios de ambos países, Estados Unidos tendría que notificarlo a su Congreso, el cual dispondrá de unos 105 días para elaborar el informe sobre el impacto de los cambios y discutirlo hacia el primer trimestre de 2019.
Por lo anterior, el proceso puede llevar al menos un año, concluyó Pascual.
