Braskem espera al nuevo Gobierno para renovar un contrato con Pemex
La firma petroquímica Braskem no pretende renegociar un contrato a 20 años de abastecimiento de etano con Petróleos Mexicanos (Pemex), sin embargo la compañía brasileña está abierta a discutir alternativas, a la espera de que asuma el nuevo gobierno de México en diciembre.
El presidente de Braskem, Fernando Musa, afirmó que Pemex importa etano de Estados Unidos para cumplir su contrato con un consorcio empresarial al que pertenece Braskem.
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Dicho consorcio opera el complejo petroquímico Etileno XXI en Veracruz, unidad que comenzó actividades en 2015 y que recibió inversiones por 5,200 millones de dólares (mdd).
“No vamos a buscar a Pemex para renegociar (el contrato)”, dijo Musa en un encuentro con inversionistas sobre los resultados de Braskem. “La nueva administración (de México) ha declarado que va a revisar todos los contratos de los últimos años y, si nos buscan, nuestro foco va a ser que el contrato es válido”.
Debido a una falta de suministro, Pemex ha importado etano para cumplir con el contrato que tiene con Braskem-Idesa en Etileno XXI, el cual opera a 78%, dijo Musa.
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En este sentido, el ejecutivo dijo que Braskem estará abierto a ser operador de infraestructura de importación de gas etano para Pemex, si la empresa opta por esa alternativa.
“Si se desarrollan soluciones más estructurales de importación, podremos importar el resto y ellos complementan”, comentó Musa.
Finanzas afectadas por importaciones de etano
El próximo gobierno mexicano, encabezado por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, se enfrenta al dilema de cancelar el contrato entre Pemex y el consorcio entre Braskem y la mexicana Grupo Idesa o seguir con las millonarias pérdidas que le genera a Pemex el acuerdo.
De cancelarlo, la empresa productiva del Estado deberá comprarle al consorcio el complejo petroquímico Etileno XXI —valuado actualmente en 1,260 mdd—, además de que estará obligada a pagarle otros gastos, según un anexo del contrato visto por Reuters. El valor de la planta se deprecia hasta la conclusión del acuerdo en 2034.
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Por el contrario, si la nueva administración decide seguir con el trato que le ha generado un costo de oportunidad de 100 mdd al año desde 2016 — según cálculos de Reuters con base en cifras oficiales—, Pemex continuará con finanzas debilitadas si el precio del etano no retrocede.
La petroquímica aumenta su demanda
La próxima secretaria de Energía, Rocío Nahle, ha dicho que su administración revisará más de un centenar de contratos energéticos adjudicados en licitaciones, lo que incluye el de Braskem, para descartar que hayan sido entregados en hechos de corrupción.
Antes de que Etileno XXI entrara en operación, Pemex tenía un exceso de etano, al punto que lo reinyectaba a sus ductos.
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Pero hoy día, luego de un declive sostenido en la producción de hidrocarburos en años recientes, los 88,000 barriles por día (bpd) de etano son insuficientes para alimentar sus complejos Morelos y Cangrejera con 66,900 bpd y, además, cumplir con el contrato con Braskem-Idesa, que la obliga a entregar 66,000 bpd.
Este año, por primera vez, la estatal recurrió a la importación de etano. En abril, la empresa productiva del Estado convocó a una licitación para surtir a sus complejos que trabajaban “a muy baja carga”, según un documento de la empresa visto por Reuters.