FOTOGALERÍA l Discos de vinilo: la planta de Optimal
La industria productora de discos de vinilo ha sufrido por el auge de nuevas tecnologías. Sin embargo, el año pasado se vendieron unos nueve millones de discos en Estados Unidos, lo que significó un crecimiento de 52% frente a 2013. Este incremento se debe a que los más románticos creen que este material ofrece una mayor calidad en el sonido.
Las imágenes corresponden a la planta de la empresa Optimal, situada en Roebel, Alemania.
El proceso
Antes de producir masivamente el disco de vinilo, las empresas tienen que crear un disco maestro que contiene los surcos (las líneas dibujadas sobre el disco) y que sirve de base para crear las series que se distribuyen masivamente en las tiendas.
El disco maestro es de aluminio, al que se le aplica una capa de laca, sin imperfecciones, que se lleva al estudio de grabación. Un ingeniero coloca el disco en un torno y sobre éste, un microscopio y una cortadora de láser. Estos equipos están conectados a una computadora que, mediante un software, ordena el corte de los surcos con base en la pista de sonido. Así se crea el master que servirá de molde para la prensa, pues éste, por lo delicado de sus materiales, es incapaz de soportar el proceso industrial que sigue a continuación.
El disco lacado se lava con agua y jabón y luego uno de sus lados se rocía con cloruro de estaño y plata líquida, que mantiene intactos los surcos previamente grabados.
El disco –que ahora tiene un lado de plata- es sumergido en un estanque con níquel, que se adhiere a los surcos. Luego se saca el disco y se separa la capa de metal del disco lacado original. Este disco de plata servirá de base para la prensa.
A la par, en una tolva se vierten bolitas de cloruro de polivinilo, que caen a una extrusora, que luego las convierte en una almohadilla de goma caliente. La prensa aplica 100 toneladas de presión para hacer, de esta pasta, un disco de vinilo. Luego, un ciclo rápido de enfriamiento los endurece y pega las etiquetas.
El último proceso consiste en llevar los discos a una mesa de retoque, que tiene una cuchilla que elimina los bordes desiguales. Entre el proceso de prensa y el retoque transcurren apenas 28 segundos.