Comida en 3D: la siguiente revolución
Nota del editor: La versión completa de este reportaje la puedes consultar en la edición 254 de la revista Manufactura, Tendencias de la nueva economía industrial, correspondiente a febrero de 2017.
La impresión en tres dimensiones (3D) se ha convertido en un proceso con múltiples aplicaciones en diferentes industrias, entre ellas, la de alimentos y la medicina.
Hoy ya existen restaurantes que han revolucionado su modelo de negocio al emplear la impresora 3D para brindar al comensal una experiencia diferente: imprimen desde un menú completamente comestible hasta platillos gourmet.
Un ejemplo es el restaurante ambulante Food Ink, que va de ciudad en ciudad ofreciendo una gama de platillos impresos, además de que todo su mobiliario y cubiertos son fabricados con impresoras 3D.
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A decir de Luis Arturo Pacheco Alcalá, cofundador y director de Makermex, empresa pionera en el diseño y producción de impresoras 3D en México, esta técnica es “un sistema de manufactura que fabrica un objeto a partir de un modelo digital. Comúnmente, esta fabricación se hace conforme a un método de adición de capas de un determinado material, que se sobreponen para dar volumen a una figura”.
“Hay varios procesos para imprimir en 3D —asegura Luis Arturo Pacheco—, la más común es el Moldeado por Deposición Fundida (FDM). Se toma un filamento, supongamos de plástico, se derrite y extruye por una boquilla que deposita el material derretido, una vez que acaba sube la boquilla y vuelva a depositar otra capa hasta concluir la figura”.
Base Tecnológica
Es posible pensar en la creación de objetos 3D que, generalmente, están conformados por un solo material, pero ¿y la comida?
El director de Makermex asegura que la base tecnológica de una impresora de alimentos es la misma, la diferencia es que emplea recetas digitales y trabajan con base en el sistema FDM, de tal forma que es posible preparar tanto alimentos listos para comerse y otros que deben pasar por el proceso de cocción.
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El mercado ofrece varias impresoras 3D para alimentos que trabajan con insu-mos como chocolates, dulces, betún, purés o masa para pasta, galletas, hot cakes o pastel, que son empleadas en pastelerías, restaurantes y dulcerías que buscan diferenciarse de su competencia y ofrecer productos con diseños muy complejos, personalizados y únicos, que difícilmente conseguirían si se elaboran tradicionalmente.
Según el entrevistado, las impresoras 3D para alimentos revolucionan el negocio de la preparación de comida, al ofrecer diseños diversificados, rapidez, higiene y el empleo de insumos naturales sin aditivos químicos que afecten la salud a largo plazo.
Un nuevo electrodoméstico
Existen otras un poco más avanzadas, que son capaces de preparar una amplia gama de platillos.
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La empresa Naturals Machines, ubicada en Barcelona, España, ha creado el modelo Foodini, que fue diseñado como un electrodoméstico que busca resolver el problema de una mala alimentación en el hogar.
Lynette Kucsma, de Natural Machines, afirma que la máquina fue creada para elaborar recetas programadas en su memoria. Así, el usuario selecciona una, rellena las cápsulas recargables integradas a la máquina con alimentos naturales e imprime el platillo.
A diferencia de las otras impresoras 3D que se usan para imprimir cerámica o masa para pizza, ésta es una nueva generación exclusiva para alimentos. Cuenta con cinco boquillas que trabajan para el diseño del platillo. Imprime pastas (raviolis rellenos, gnocchi, espagueti, etc.), carne para hamburguesas, pan, nuggets de pollo y de garbanzos, quiche, quesos, pizzas, pescados, papas a la francesa, galletas, bizcochos, etcétera.
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Por ejemplo, para una pizza la máquina coloca la base de masa y la salsa, manualmente se agregan los demás ingredientes, se hornea y en 20 minutos está lista.
La gente ya no tiene que ir a comprarla precocida al supermercado o preparar la masa y amasarla, lo que toma mucho tiempo y esfuerzo.
