GE atestigua el final de su imperio

General Electric (GE) ha pasado una década en la que ha visto el desmantelamiento de su imperio. Y ahora se hará aún más pequeña.

GE ha abandonado su gigante portafolio inmobiliario, su negocio de lavavajillas y electrodomésticos, así como las legendarias propiedades de medios NBC y Universal Studios. Recientemente, desechó su negocio de agua y una unidad que hace equipo eléctrico para herramientas. Incluso su división de focos está a la venta.

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Todo esto es parte de la misión de GE para convertirse en una empresa industrial que vende cosas como motores para jets, plantas de energía y máquinas de resonancia magnética.

La empresa reveló planes de eliminar los negocios con un valor de al menos 20,000 millones de dólares (mdd) en el próximo año o dos. Una unidad que puede estar en peligro de recorte es su problemático negocio ferroviario y que GE ha tenido en su cartera por más de un siglo.

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Sin embargo, una ronda más de recortes muestra qué tan desesperadamente necesita el efectivo la compañía.

Crisis de liquidez

“GE está en una crisis de liquidez”, dijo John Inch, un analista del Deutsche Bank que cubre a GE y que tiene una calificación de “venta” sobre la acción. “No están generando suficiente flujo de efectivo este año para pagar el dividendo. Ese es un problema”.

Ante los problemas de GE, algunos analistas predicen que su nuevo equipo gerencial puede ser más agresivo al descargar sus negocios.

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“Imaginaríamos algo mucho mayor una vez que se calmen las cosas”, dijo Scott Davis, director general y analista líder de Melius Research, en un reciente reporte. Añadió que GE probablemente venderá cualquier cosa que “no esté fija”.

La fuerza laboral de GE también se ha reducido en años recientes y los analistas esperan que la empresa anuncie despidos pronto. GE empleaba a 295,000 personas a finales del año pasado. Eso es menos de los 333,000 que tenía a finales de 2015.

La compra del brazo de energía de Alstom

GE tiene dificultades para resolver la seria preocupación de Wall Street sobre la compañía y su amado dividendo. Las acciones de GE cayeron 45% este año, lo que convierte a la icónica empresa en la de peor desempeño en el índice Dow. (La segunda es Verizon que cayó 8%).

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A principios de este mes, GE reportó resultados terribles que el nuevo director general, John Flannery, llamó “completamente inaceptables”.

La semana pasada, las acciones de GE cayeron casi 13%, su peor semana desde enero de 2009. Y eso fue durante la crisis financiera, un momento en el que los inversionistas salieron de GE pues se preocupaban por su rama financiera, llamada GE Capital.

El año pasado, GE también asoció su negocio de petróleo y gasolina con Baker Hughes. La empresa combinada es propiedad mayoritaria de GE y cotiza por separado en la Bolsa de Valores de Nueva York.

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GE sí logró un revuelo reciente: en 2015 completó la adquisición del negocio de energía de Alstom. Fue la mayor compra industrial en la historia de GE.

¿Crisis de confianza?

Sin embargo, Flannery cree que GE es demasiado compleja. Mientras que GE cuenta con una serie de franquicias fuertes, otros negocios “drenan los recursos de inversión y gestión sin la posibilidad de una recompensa sustancial”.

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A diferencia de las empresas que hacen productos simples como ropa, los motores de GE para aviones, locomotoras y sistemas de plantas de energía requieren de ingeniería costosa, fábricas, equipo y mano de obra para ser creados. Eso dificulta ser ágil durante las crisis, tal como la que se enfrenta la división de energía de GE.

“Cuando los mercados caen, puedes quedar atrapado”, dijo Inch.

Otra división golpeada es la unidad ferroviaria. GE planea salirse del negocio a través de una venta potencial, según reportó el Wall Street Journal la semana pasada. GE también puede deshacerse de parte o todo su negocio de tecnologías de la información para el cuidado de la salud, reportó el diario.

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GE rechazó comentar sobre “rumores o especulaciones”.

Es muy pronto para determinar si los planes de GE de vender activos aligerarán las preocupaciones de Wall Street sobre el futuro de la compañía.

“Esto tomará mucho tiempo para arreglarlo”, dijo Inch. “Ellos (GE) tienen una crisis de confianza de los inversionistas”.