Por qué ArcelorMittal invertirá 1,000 mdd en México
En septiembre, ArcelorMittal, una de las mayores empresas siderúrgicas del mundo, anunció una inversión en México con la que busca especializarse y ganar terreno en el mercado del rollo caliente (acero laminado), que ahora está en manos de firmas importadoras. Serán 1,000 millones de dólares a ejercerse en los siguientes tres años, y que estarán destinados a una nueva línea de laminación y modernización de su planta en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
Esta iniciativa es parte del plan 2020 de la empresa. "El reto va a ser construir el laminador en Lázaro Cárdenas: primero, por el tema de la inseguridad, y luego, por hacerla en tiempo, dentro del presupuesto y en esa zona, que es sísmica y está a nivel freático, lo cual le da mayor complejidad", dice Víctor Cairo, director general de ArcelorMittal en México. "Poder lograr el proyecto en el tiempo correcto, que son 28 meses, es un reto", destaca.
Cairo ocupa la dirección de la acerera desde 2013 y es vicepresidente de la Comisión Ejecutiva de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero). En ésta ha formado parte de las negociaciones con la Secretaría de Economía para imponer aranceles a las importaciones de acero provenientes de países con los que México no tiene tratado comercial, como China.
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"El gobierno tiene que seguir tomando acciones para evitar la competencia desleal", asegura.
Manufactura: ¿Qué planes de crecimiento tiene en México?
Víctor Cairo: México representa cerca de 4% de la producción total del grupo. Aquí se producían alrededor de cuatro millones de toneladas al año, por la competencia desleal bajamos a 3.2 millones en 2016, pero vamos a cerrar 2017 con 3.9 millones. Para 2018, el alza será de 15% y, eventualmente, llegaremos a los 5.3 millones con el laminador. Es algo que nos va a ayudar mucho, porque entre mayor volumen tengas, diluyes tus costos fijos y te vuelves más competitivo.
¿Cómo surge la inversión?
El plan estratégico de la empresa, el plan 2020, va enfocado a generar valor y hacer cambios estructurales. Fue una iniciativa que el grupo hizo en todo el mundo, y donde todos participamos para definir qué teníamos que hacer diferente. Nosotros hacíamos un planchón, que es un producto semiterminado que luego los clientes lo convertían en rollo caliente, porque nosotros no teníamos los activos para hacerlo. Entonces, hicimos un análisis y presentamos el proyecto, que se validó, para tener un laminador en caliente muy avanzado. Va a ser de los más grandes dentro del grupo, y nos dará mucha versatilidad.
¿Qué les permitirá este laminador?
Vamos a poder hacer ese rollo que va a ir a la industria de la construcción, al sector manufacturero general, industrial, electrodomésticos. Vamos a poder fabricar un producto de acero que le hace falta al país, donde sólo hay dos proveedores locales y lo demás se surte de importación.
¿Qué opina de las medidas para poner salvaguardas a las importaciones de acero?
A partir de 2014, los rusos devaluaron su moneda, se hicieron muy competitivos y se hicieron los más fuertes del mercado en el planchón. En Brasil también devaluaron la moneda. Y, por otro lado, la sobreproducción de China hizo que el mercado se saturara y bajaran mucho los precios.
Con todo esto, México se quedó fuera del mercado. Fue bastante difícil, el país perdió la capacidad de exportar y nos quedó sólo el mercado interno. Por eso también nos dimos a la tarea de buscar otras alternativas, de transformar el planchón. Ahora, con las reducciones a las exportaciones que ha hecho China, le está dando algo de tranquilidad a la industria de que vas a poder competir al tú por tú con cualquiera.
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¿Qué espera en relación a la negociación del TLCAN?
Yo espero que se llegue a acuerdos. Tal vez difiero del punto de vista de algunos, pero creo que los vínculos comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá son tantos y ha crecido tanto esta relación que es imposible detenerlo. Se va a tener que llegar a un acuerdo. Por ejemplo, hablar de reglas de origen para la industria acerera es muy bueno. Si entra al país acero coreano, japonés, chino o taiwanés y se transforma en componentes automotrices que van a dar a Estados Unidos, y ellos dicen “no quiero eso, quiero que el acero provenga de la región”, eso ayuda a que ese acero subsidiado chino no entre al país o que lo penalicen con aranceles, y haces a tu industria más competitiva.
Creo que el tratado se va a dar. Si le va bien a Estados Unidos, a México le va ir mejor, porque allá necesitan nuestros componentes (ArcelorMittal provee 33% del acero que emplea la industria automotriz en el mundo), y si empiezan a consumir más, nosotros produciremos y venderemos más.
¿Tiene un plan si se rompe el tratado?
Sí. Nosotros tenemos un déficit comercial con Estados Unidos y Canadá. Ellos exportan más a México que lo que nuestro país les vende. Al excluir el acero del tratado habría aranceles, y eso causaría que su acero para entrar a México fuera menos competitivo, aunque, de igual forma, nuestro acero no llegaría allá. Creo que no nos tenemos que levantar de la mesa, tenemos que buscar una solución y darle un voto de confianza a nuestro mayor socio comercial.