10 compañías de EU ‘culpables’ del déficit comercial con China
El gobierno estadounidense lanzó la semana pasada “el primer misil” de la inminente guerra comercial de Estados Unidos con China, al dar a conocer una lista de 1,333 productores chinos que pueden verse afectados por la imposición de nuevos aranceles.
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En respuesta, el Ministerio de Comercio de China anunció que, en caso de entrar en vigor dicha medida, aplicará aranceles de 25% a 106 productos norteamericanos.
Imponer medidas contra China para incrementar los aranceles de 2.5% a 25% sobre los autos importados desde ese país a Estados Unidos afectará a firmas de origen estadounidense como Ford y General Motors.
Tan solo General Motors constituye la principal armadora de autos que ingresan a Estados Unidos provenientes de las plantas existentes en territorio chino.
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Según datos de expertos y de empresas de consultoría, estas son las 10 principales compañías estadounidenses que contribuyen al déficit comercial de su país de origen con China.
Apple
La fábrica en Zhengzhou tiene 94 líneas de producción y puede producir 500,000 teléfonos inteligentes al día. Apple envió 61 millones de dispositivos iPhone a Estados Unidos el año pasado, según datos de investigadores de Counterpoint e IHS Markit, con un gasto promedio de 258 dólares en promedio, para fabricar cada iPhone 7 y 7 Plus.
Black & Decker
La empresa —que ganó fama con la invención del taladro eléctrico en 1917— produce herramientas eléctricas y electrodomésticos en sus instalaciones de Shangái y Suzhou.
Caterpillar
Es la empresa fabricante más grande del mundo de maquinaria para la construcción y equipos de minería, motores diésel y turbinas de gas. La firma, nacida en 1925, tiene instalaciones de fabricación en diferentes lugares de China, entre ellos Tianjín, Suzhou y Wuxi.
Dell
Creada en 1988, la empresa de electrónica fabrica computadoras personales, servidores, switches de red, programas informáticos, periféricos y otros productos tecnológicos en Xiamen y Chengdu.
Ford Motor Company
Fundada en 1903, la armadora tiene una participación de 49% en Jiangling Motors, además de que forma parte de la empresa conjunta Changan Ford Mazda Engine. Las noticias más recientes refieren que esta compañía puede manufacturar los sedanes Focus y Mondeo en China.
General Motors
Este fabricante de automóviles, camiones y motores —fundado en 1908— tiene 10 empresas conjuntas en China y dos subsidiarias de propiedad total. Es la firma extranjera que más autos vende en China, donde posee 12.5% del mercado; el crecimiento de los SUV y los modelos de lujo ha sido particularmente notable.
Hewlett-Packard
Desde 2008 produce computadoras personales en su planta ubicada en el clúster de Chongqing, al oeste de China, en donde también estableció un centro de atención telefónica para sus clientes.
Johnson & Johnson
Este fabricante de productos de consumo, farmacéuticos y médicos tiene presencia en China desde hace casi 40 años. En 1979 ingresó al país a través de un acuerdo de transferencia de tecnología para construir una fábrica química y en 1985 estableció su primera empresa conjunta: Xi'an-Janssen Pharmaceutical.
Mattel
Dedicada a la fabricación y distribución de juguetes, desde 1945, la empresa tiene plantas de en Guanyao, al sur de China, donde produce marcas como Barbie (desde 1959), Fisher-Price, Matchbox, Hot Wheels, Masters of the Universe, American Girl y Cabbage Patch Kids.
Nike
Esta compañía, dedicada al diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de calzado, ropa, equipo, accesorios y otros artículos deportivos desde 1964, tiene la mayoría de sus fábricas situadas en Asia.
Se avecinan 3 años difíciles
“La estrategia de reorientación de la cadena de valor de las empresas, además de haberse efectuado por la competencia en costos, también se realizó para evitar la contaminación ambiental de Estados Unidos. China es uno de los países más contaminados, y de eso no se habla mucho”, asevera Adolfo Laborde, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac.
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Asimismo, “el comercio intrafirmas, tanto de fabricación de productos terminados como de insumos, tiene un impacto en el déficit comercial de Estados Unidos. Según el Census Bureau, (el comercio intrafirmas) oscila entre 20 y 30%” respecto del déficit, agrega Laborde.
En 2017, China contribuyó con 18% a las exportaciones totales de todo el mundo, en tanto que Estados Unidos lo hizo con 9%.
“Las exportaciones de valor añadido a Estados Unidos desde China son equivalentes a 3% del PIB chino. Esto significa que Beijing perderá (con una eventual guerra comercial), pero la nación americana también se verá afectada, los consumidores tendrán que pagar alrededor de 10% extra por los productos fabricados en empresas repatriadas”, refiere el embajador Eduardo Roldán Acosta, quien asegura que la guerra apenas comienza y vaticina tres años difíciles.
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Roldán Acosta —un internacionalista con especialidad en economía política— considera que el presidente norteamericano Donald Trump enfrenta esta disyuntiva: “que Estados Unidos sea la potencia dominante (como era antes), pero es evidente que Trump no ha entendido que hay una potencia desplazando a otra”.
Méritos de China y desaciertos de EU
Enrique Dussel Peters, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especializado en la economía china, hace ver que el proceso de transnacionalización de capital tiene muchas décadas, pero que un fenómeno relativamente reciente es la transferencia de segmentos industriales más avanzados, lo que incluye procesos de ensamble de equipos tecnificados, aunque también de investigación y desarrollo.
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Asimismo, refirió que un gran acierto de China ha sido lograr que los productos tengan un alto grado de integración de proveeduría local, además de que el país se ha convertido de ensamblador a fabricante de equipo, inventor e inversionista en nanotecnología.
Dessel Peters advierte que la administración Trump carece de una política de corto, mediano y largo plazo con financiamiento e incentivos para atraer segmentos de cadenas valor que salieron de Estados Unidos. En cambio, Made in China 2025 es un programa con una visión estratégica.
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En este sentido, Roldán Acosta coincide en que la política industrial de China tiene méritos propios que han contribuido al despegue de ese país. “China tiene tres pilares: educación de calidad, comercio e innovación tecnológica. Es una potencia porque tiene una planeación estratégica al año 2050”, refirió el diplomático.
La fábrica del mundo
China produce 28% de los automóviles y 90% de los teléfonos celulares del mundo, además de que es el mayor importador de alimentos y energía, con compras que alcanzan 20% de las exportaciones mundiales.
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Mario Hernández, socio de industria manufacturera y maquiladora de exportación en la firma consultora KPMG, refiere que China se convirtió en el principal proveedor del mundo, por eso exporta más de lo que importa.
Para que las empresas regresaran a territorio estadounidense, sus habitantes tendrán que estar dispuestos a ganar menos al trabajar en la manufactura o pagar más por esos productos.
“Un riesgo de retornarlas es que aumente la automatización en las naves industriales y no se generen los empleos que persigue Estados Unidos. Y ahí nadie ganará en esta guerra económica y política”, acota Hernández.
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Aunado al déficit, el tipo de cambio que tiene al yuan devaluado frente al dólar no es algo que se espere cambie de manera acelerada, asegura Ulises Granados Quiroz, coordinador del Programa de Estudios Asia Pacífico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
“Estados Unidos seguirá teniendo un déficit comercial con muchos países a pesar de los cambios relativos que haga en su balanza con China. Dado que la economía estadounidense se está recuperando, su población tiene mayor poder adquisitivo y gasta más. No veo que a corto plazo pueda lograrse”, refiere Granados.