Infiniti devela su plan en México
Carlos Goshn, presidente de la alianza Renault Nissan, estableció un reto ambicioso para la marca de lujo Infiniti: alcanzar ventas globales superiores a 500,000 unidades por año y conseguir una participación de mercado de 10% antes de 2020.
Para lograrlo, Johan de Nysschen, presidente de Infiniti, puso en marcha una estrategia que básicamente consiste en vender más unidades en más mercados. ¿Cómo? Extendiendo la presencia de la marca a 70 países (actualmente está en 50), ampliando 60% la cartera de producto y duplicando las motorizaciones. Todo un reto productivo.
Cerca de 4 mil ingenieros –de los 20,000 que tiene la alianza Renault Nissan en sus centros técnicos- ya trabajan en el desarrollo de los nuevos modelos de Infiniti, los cuales se adaptarán a las necesidades y preferencias de los mercados locales.
La firma también ha hecho inversiones para ampliar su capacidad productiva. “Infiniti necesita capacidad adicional para impulsar su crecimiento previsto, que estará conducido por el aumento de nuestra cartera de producto”, dijo Nysschen, durante la inauguración de la nueva planta de motores en Estados Unidos, la semana pasada.
Al día siguiente de esta declaración, Michael Bartsch, vicepresidente de Infiniti, participó del anuncio de una nueva línea en México, con capacidad para ensamblar hasta 150 mil unidades anuales del modelo Q30 a partir de 2017.
Entre 80% y 90% de la producción de México se exportará al mercado estadounidense, donde la firma ha registrado importantes crecimientos. En ese mercado, el Q30 competirá con el Audi A3, Volvo V40, Mercedes-Benz Clase A y el BMW Serie 1.
Próximamente, la marca nipona arrancará con la fabricación de las versiones largas del Q50 y del QX50 en China para su comercialización en dicho mercado. En 2015, empezará a ensamblar el compacto Q30 en Reino Unido.
