Apertura energética detona fusiones petroleras
Las fusiones y adquisiciones entre empresas del sector energético se intensificarán en el mercado mexicano durante los próximos dos años, impulsadas por la apertura de esta industria en el país, previeron analistas.
La reforma energética, que presentó el gobierno en 2013, prevé la colaboración de la iniciativa privada en las actividades de exploración y extracción, así como la participación de terceros en toda la cadena de valor de los hidrocarburos.
Pero este negocio —que, según estimaciones oficiales, durante la primera ronda de licitaciones podría generar inversiones por 918 millones de dólares— difícilmente podrá ser explotado por las firmas de capital mexicano, pues no tienen la experiencia y la tecnología necesarias para hacerlo.
Las empresas interesadas en participar en la Ronda Uno deberán comprobar su experiencia al menos en tres proyectos de exploración y extracción o en uno o dos de gran escala, además de demostrar un capital contable de 1,000 mdd y 10,000 mdd en activos.
El cumplimiento de estos requisitos tomará al menos una década, por lo que la manera más rápida de participar en el negocio es mediante la compra de otras empresas que ya realicen este tipo de actividades, dice Francisco Beltrán, especialista en fusiones y adquisiciones de la consultora Hay Group.
Un ejemplo es la alianza entre la mexicana Alfa y la estadounidense Harbour Energy para adquirir a la firma Pacific Rubiales Energy, el mayor productor independiente de petróleo y gas en América Latina.
Esta compañía, con sede en Toronto, produce gas natural y crudo en 90 bloques de exploración y producción en siete países: Colombia (principal país de operación), Perú, Guatemala, Brasil, Guyana, Papúa Nueva Guinea y Belice.
Para Alfa, fue la oportunidad de participar en la primera licitación de la Ronda Uno —Pacific Rubiales Energy figura entre las 26 empresas y grupos precalificados para participar—, y tener acceso a otros mercados en América Latina, dijo Jorge Ruiz, líder de la práctica de minería de la consultora Baker & McKenzie, “esto representó una gran ventaja”.
Beltrán advirtió que serán pocas las empresas mexicanas —como Alfa— con la capacidad financiera para realizar este tipo de operaciones, que en el caso de Pacific Rubiales Energy, por ejemplo, ascendió a 4,974 mdd.
Otras firmas que pueden seguir esta estrategia para participar en las licitaciones serían Sierra Oil & Gas, Grupo Carso, Grupo México y Grupo Diavaz.
No obstante, los especialistas advirtieron que serán más comunes las adquisiciones por parte de empresas trasnacionales hacia firmas mexicanas prestadoras de servicios, como de perforación, construcción de plataformas o logística.
La reducción en los precios del petróleo —que en enero rompió la barrera de los 50 dólares el barril— propiciará una consolidación de este tipo de empresas (de servicios) a nivel global, opinó Ruiz.