Llegó la hora del fracking
Nota del editor: El artículo completo lo puedes consultar en la edición 257 de la revista Manufactura, Especial Industrial sin Fronteras, correspondiente a mayo de 2017.
Con una historia poco conocida, el fracking en México está cada vez más cerca de convertirse en una realidad.
Aunque Pemex ya desarrollaba pozos de depósitos de gas shale, la regulación que publicó en marzo pasado la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) abre el camino a las primeras licitaciones de campos para formaciones de lutitas, especialmente en el norte del país.
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"Hay un gran atractivo —afirma el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda—. Hay empresas que nos han comentado que la gran oportunidad de México en tierra está en Tampico-Misantla".
El aprovechamiento de shale estaba programado para la parte final de la Ronda 1; sin embargo, la ausencia de una regulación específica lo aplazó a la segunda ronda de licitaciones.
"Diría que es (una regulación) muy agresiva a nivel internacional... pone alto el estándar, como debe ser. No podríamos, como Estado, salir con una licitación sin una legislación", asegura el director Ejecutivo de la Agencia, Carlos de Regules.
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Ramsés Pech, analista energético de Caraiva y Asociados, menciona que la normatividad retoma los estatutos de Estados Unidos: “México apenas rompió el cascarón”.
Sin embargo, Petróleos Mexicanos (Pemex) desarrolló entre 20 y 30 campos exploratorios, pero "nunca llegó a la etapa de bombeo, debido a que no tenía presupuesto ni una regulación que permitiera explotar estas zonas de forma sustentable", afirmó el experto.