Refinería de Salina Cruz sigue improductiva
La refinería Ing. Antonio Dovalí, ubicada en Salina Cruz, Oaxaca —la más grande de Petróleos Mexicanos (Pemex)— aún no ha comenzado a producir combustibles terminados, tras reanudar operaciones el 30 de julio pasado, por lo que su nivel de producción estará determinado por criterios de "rentabilidad", aseguró un vocero de la empresa paraestatal.
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La refinería de Salina Cruz estuvo parada desde mediados de junio tras un incendio. Es una de las seis que posee Pemex, con una capacidad para procesar 330,000 barriles diarios, pero que desde hace meses ha trabajado muy por debajo de ese nivel.
Aunque funcionarios de la empresa dijeron justo antes del arranque que la producción tomará entre tres o cuatro días, aún no está claro cuándo la refinería comenzará a hacerlo con productos terminados, según la fuente, quien dijo que se ha demorado por lo complejo que fue el arranque.
Sobre las estimaciones del nivel de procesamiento de la refinería en el corto y mediano plazo, el informante comentó: "Va a depender de una decisión de carácter económico, considerando la rentabilidad".
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"Las plantas ya están prácticamente a 90%, están operando casi en su totalidad (...) Se están llenando los tanques de inventario de los productos base", agregó.
El informante también comentó que, durante la suspensión de actividades, Pemex aprovechó para adelantar un mantenimiento mayor programado en octubre.
Horas más tarde, el director general de Pemex Transformación Industrial, Carlos Murrieta, informó a Reuters mediante un portavoz de la empresa que Salina Cruz procesa 110,000 barriles diarios y que los tanques de productos intermedios están en vías de ser llenados.
La refinería procesó un promedio de 87,893 barriles de petróleo diarios en junio y 199,135 barriles en mayo.
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Para garantizar el suministro local de combustibles, Pemex dijo en junio que importará unos 3.5 millones de barriles extra de gasolina. El país importa más de la mitad de las gasolinas que consume, principalmente desde Estados Unidos.
La capacidad de procesamiento de las seis refinerías en México es de 1.6 millones de barriles diarios, sin embargo en junio fue de 819,000 barriles diarios. Pemex ha dicho que busca asociaciones para hacer ingentes inversiones en las plantas para mejorar su eficiencia y reducir pérdidas.
