Papeleros utilizan máquinas de hace 20 años
En México hay 57 empresas fabricantes de papel y más de la mitad de estas, trabajan con maquinaria cuya edad sobrepasa los 20 años, lo cual impacta directamente en la productividad de la empresa.
Las máquinas de última generación son más veloces y más eficientes en su consumo de energía que las que se vendieron hace más de dos décadas. Un rebobinadora nueva, por ejemplo, hace 1,000 metros por minuto y consume la mitad de energía que una que tiene más de 50 años, dijo Pablo Orozco, director general del fabricante de maquinaria Dimatra.
En México hay equipos chinos, europeos, americanos y nacionales, además de algunas máquinas de segunda mano. “Los equipos chinos cuestan hasta una tercera parte que los europeos debido a que la calidad de los aceros generalmente no es buena y los controles electrónicos son de baja calidad. Los europeos normalmente meten buenos aceros y buenos equipos de control y por eso el precio puede llegar a ser del doble o tripe de una máquina china”, detalló Orozco.
Los equipos nacionales son de una calidad y precio intermedios –entre los europeos y los chinos-, pero a diferencia de algunas marcas de importación cuentan con garantía y soporte técnico.
La maquinaria es un activo en la empresa, sin embargo, en México no hay una cultura de la planeación a la hora de comprar. “Generalmente los clientes quieren la máquina cuando aumentan su capacidad o cuando tienen maquinas casi obsoletas, que producen a una velocidad muy baja o que sacan producto de mala calidad”, dijo Orozco.
Para elegir una máquina, Bernardo Ramírez, director de operaciones de Dimatra, recomendó visitar algunas ferias internacionales para ver la oferta disponible, comparar diversos equipos y verificar que los proveedores tengan soporte técnico en el país.
Respecto a los equipos usados, Ramírez comentó que si bien son más baratos que uno nuevo, generalmente no tienen garantía, son menos productivos y difícilmente se pueden vender a buen precio ya que muchas veces no los entregan con factura ni manuales.