BLOG: Bienvenida la industria
El reciente anuncio del cierre de una planta en Flint, Michigan, en la que la automotriz Delphi y GM tenían un acuerdo para operar bajo el mismo techo, demuestra que la desindustralización por la que pasa ese país no siempre tiene un impacto negativo en la manufactura mexicana.
Se trata de un cierre previsto desde 2007 –tomó mayor relevancia con la crisis mundial de 2008-2009–, que se fue postergando a pesar de que se había acordado con el Sindicato de Trabajadores Automotrices (UAW) que sería en 2011 cuando tendría lugar el despido de cerca de 280 empleados.
En este caso en particular, Delphi no tiene planeado trasladar la planta a México, pero sí la línea de producción de tableros de instrumento que fabricaba en Estados Unidos.
Y aunque fuentes de la empresa me comentan que no saben cuál de sus plantas localizadas en el país será la que absorba la fabricación de ese producto, es muy probable que a partir del próximo mes de noviembre este hecho genere nuevos empleos y oportunidades de capacitación de tecnología automotriz para ingenieros y técnicos mexicanos.
De continuar el estancamiento económico en Estados Unidos, es muy probable que veamos más líneas de producción moviéndose hacia México, lo que reviviría la discusión de un Tratado de Libre Comercio de América del Norte 2.0. Esto sería sano para ambos países. Necesitamos que Estados Unidos vea en México un aliado, y no un ‘China latinoamericano’ con el que comparte la región y tiene que competir.