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Siempre es temporada de certificación

Además de cumplir con exigencias de mercado, estas acciones repercuten en otros beneficios
mié 13 febrero 2013 09:10 PM
La ISO-9001:2002 ser� actualizada este a�o y emitida como norma internacional en octubre pr�ximo como ISO-9001:2008. (Felipe Castro) - (Foto: .)
El crecimiento de las industrias automotriz y aeroespacial traerá aparejado el desarrollo de las certificaciones en el país. Aquí, las empresas más sensibles a alinearse con distintos sistemas de calidad son las que trabajan con clientes que se los exigen, explica Rodolfo Vega, country manager de ABS Quality Evaluations, una certificadora basada en Monterrey, NL.
 
Otro de los sectores más participativos en materia de certificaciones es el exportador, añade Vega.
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De acuerdo con el especialista, dentro de los mecanismos básicos que deben considerar las empresas, en sintonía con su naturaleza, son ISO 9001 (de procesos) e ISO 14001 (medio ambiente). En un área más avanzada, también está A59100, de calidad aérea (aeronáutica) ; ISO TS16949 (calidad automotriz), así como ISO 5001, de gestión de energía en las organizaciones.
 
Hay dos vías a seguir para quienes deseen certificarse. Una es que personal de la empresa se entrene en la normatividad a desarrollar y sea el área encargada de establecerlo en la compañía.
 
La otra opción es contratar a una compañía consultora que ayude a la implantación del proceso. En ambos casos, las empresas pueden recibir apoyo financiero de algunos fondos especializados en este tipo de trabajos –fundamentalmente de la Secretaría de Economía y de ProMéxico—.
 
Una vez que se ha desarrollado el sistema en la compañía, prosigue Rodolfo Vega, es conveniente dejar que el mismo madure, para que cuando llegue una certificadora a avalar que se cumpla, ya esté en pleno funcionamiento y también tenga testigos para que pueda documentarse, que es uno de los requisitos que seguramente le solicitarán para dar fe.
 
La implantación de un sistema de calidad estandarizada puede demandar hasta 12 meses para entrar en funcionamiento. La certificación, por otro lado, puede ir de tres a seis meses, acordes con los niveles de complejidad de la estructura.
 
Las auditorías se desarrollan en dos fases, básicamente. Una en la que observa el funcionamiento del sistema de operación y el nivel de conocimiento de la empresa, y luego se lleva a cabo una muestra representativa de esos procesos.
 
Los beneficios de respaldarse en certificaciones son numerosos y longevos en la empresa, comenta Vega. El primero es el cumplimiento de los requisitos de la clientela, así como la alineación de entregas a tiempo, luego la reducción de costos, evitar desperdicios, construir una plataforma de continuidad útil en tiempos de cambios o ante una emergencia, así como conformar un elemento distintivo muy útil para argumentos de venta.
 
“Un certificado es un canal de soporte en la organización”, comenta el especialista que ha trabajado en certificaciones para Flextronics, Gohner y Nemak, entre otras empresas industriales.

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Manufactura
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