La relación entre el fabricante de celulares Huawei y el gobierno estadounidense han sido tensas en los últimos dos años. Primero, EU acusó al productor de capturar información con sus celulares para luego entregarla a organizaciones chinas de espionaje. Pues bien, ahora se suma otro capítulo a esta historia, ya que China desea una explicación clara de la Unión Americana por los reportes de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) infiltró servidores en las oficinas de la gigante de telecomunicaciones Huawei Technologies, dijo el lunes un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en Pekín.
Xi Jinping, el presidente chino, habló sobre los reportes en una reunión con el mandatario estadounidense, Barack Obama, en el marco de una cumbre sobre no proliferación nuclear en La Haya y se le dijo que Washington no espiaba para obtener ventajas comerciales, afirmó el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
"Nosotros no compartimos información con nuestras compañías", dijo Rhodes a periodistas en Washington.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei, dijo que Pekín estaba "extremadamente preocupado" por las denuncias de espionaje.
"Recientemente, los medios internacionales han publicado numerosos reportes sobre escuchas ilegales, vigilancia y robo de secretos por parte de Estados Unidos a otros países, incluyendo China", dijo en una rueda de prensa.
"China ya ha presentado varias quejas a Estados Unidos sobre esto. Exigimos que Estados Unidos ofrezca una explicación clara y detenga esas actividades", declaró.
Los cuestionamientos por actos de vigilancia cibernética han afectado las relaciones entre China y Estados Unidos y ambos países se han acusado mutuamente de espionaje.
El sábado, el New York Times y la revista alemana Der Spiegel publicaron artículos con información en torno a Huawei que aparecía en documentos clasificados entregados a periodistas por Edward Snowden, el analista de seguridad estadounidense que trabajó para la NSA.
Der Spiegel también reportó que la NSA estaba haciendo un seguimiento de inteligencia de los líderes políticos de China, incluyendo al ex presidente Hu Jintao y a los ministros de Comercio y de Relaciones Exteriores.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense Marie Harf dijo que no podía comentar sobre operaciones en países específicos, pero indicó que la ley requería que toda la actividad de inteligencia de Washington "esté enfocada en las necesidades de seguridad nacional de nuestra nación".