Deshidratación afecta la capacidad de descanso
La dificultad para poder conciliar el sueño profundo, así como la interrupción y el descanso a medias durante el verano son causados por la deshidratación, aseguró Jorge Alegría, médico internista del Hospital Juárez de México.
El médico explicó que durante la hora de dormir ocurre un proceso de termorregulación y secreción de hormonas que ayudan a conciliar el sueño, sobre todo la melatonina. Dicha hormona se encarga de regular el reloj biológico y nos hace dormir cuando la glándula pineal eleva su producción.
Esta sustancia se produce en la oscuridad, es decir, sólo durante la noche. Por eso, en el verano su producción es mucho más bajo que en cualquier otra temporada del año, ya que los días son más largos y hay menos horas destinadas al descanso
“En esta época, los pacientes tienen menos horas de sueño y una producción menor de melatonina, lo cual puede condicionar a que el sueño sea menos profundo y se interrumpa durante la noche”, dijo Alegría.
Si al trastorno hormonal ocasionado por la estación climática se le suma el consumo insuficiente de líquidos, la persona presenta alteraciones en el sueño y en el estado de ánimo durante todo el día.
El médico expuso que la falta de sueño durante el verano por deshidratación ocurre sobre todo en los estados del norte de la República Mexicana, donde el ambiente es muy seco y la temperatura se mantiene a 30 grados durante las noches.
No obstante, los niños y los ancianos también son vulnerables a padecer padecimientos relacionados con el descanso.
“En el caso de los niños, esto va muy de la mano con la deshidratación: cuando hace mucho calor, los niños empiezan a sudar, su piel es más delgada y tienen procesos de mecanismo de termorregulación diferentes, por lo que es muy común que el aumento de temperatura ocasione en ellos deshidratación y problemas para dormir”, señaló el doctor.
En tanto, en los ancianos la falta de agua y electrolitos se agudiza con la calcificación de la glándula pineal, que es parte de la degeneración natural en los seres humanos. “Ellos producen menos melatonina, por esa razón los ancianos duermen menos que los pacientes jóvenes”, añadió.
Un estudio de la British Journal of Nutrition señala que perder 1.5% del líquido corporal es suficiente para alterar el estado de ánimo, que se puede ver reflejado en fatiga, niveles bajos de vigor, mal humor, además de problemas del sueño.
Ante esta situación, Alegría recomendó que la habitación tenga la iluminación adecuada para producir la melatonina, y además esté fresca, por lo que se puede usar el aire acondicionado media hora antes de acostarse y después apagarlo.
Además, se deben consumir alimentos dos horas antes de acostarse y beber un vaso de agua para disminuir la temperatura corporal antes de dormir.