México ya toma más agua y menos refresco
La aplicación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas logró aumentar 4% el consumo de bebidas sin gravamen, sobre todo agua embotellada, reveló un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
El análisis del impacto del impuesto a las bebidas azucaradas, elaborado por la institución en conjunto con la Universidad de Carolina del Norte, encontró que el consumo de bebidas azucaradas se redujo, en promedio, 6% a lo largo de 2014 y al finalizar el año la cifra se duplicó hasta alcanzar 12%.
Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, dijo que el estudio demuestra que sí hubo una reducción en la adquisición de estos productos, pese a que la industria dice lo contrario y asegura que no hubo un impacto significativo en sus ventas.
El IEPS a refrescos y bebidas azucaradas establece el cobro de un peso adicional por cada litro que contiene el producto y comenzó a aplicarse en enero de 2014. El objetivo es desincentivar el consumo de bebidas con alto contenido calórico.
Si bien las cifras del estudio del INSP son preliminares, los primeros resultados demostraron que 52% de los participantes adquirieron menos refrescos y bebidas azucaradas que antes.
Los investigadores del instituto Arantxa Colchero y Juan A. Rivera, encontraron que la población comenzó a consumir más agua embotellada, así como otras bebidas a las que no les aplica el gravamen.
“Los resultados también muestran un aumento de 4% en las compras de bebidas sin impuesto en 2014 que en su mayoría se debe a un aumento en las compras de agua simple (no se recolecta información sobre el consumo de agua no embotellada)”, dice comunicado del instituto.
De acuerdo con la organización FanMéxico, la población consume 234 litros de agua embotellada, lo que lo ubica como el principal consumidor de este producto a nivel mundial. El valor de mercado nacional es de 10 mil millones de dólares anuales y lo controlan tres empresas trasnacionales: Danone, Coca-Cola y Pepsico, según datos de la consultora Euromonitor.
No obstante, investigadores han señalado que el costo de una botella de agua—que va de los 8 a 14 pesos, en promedio—, es excesivo. José Joel Carillo Rivera, académico del Instituto de Geografía de la UNAM, señaló que la industria cobra por quitarle los minerales y la sal al agua, para después venderla a un precio que no lo vale.