Investigadora de la UAM crea textiles 'más limpios'
Keiko Shirai Matsumoto, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), desarrolló un proceso para fabricar textiles funcionales, con el objetivo de tener materiales con propiedades antimicrobianas y con fragancia duradera.
La científica mexicana, es pionera en la extracción de quitina a partir de desechos de crustáceos y su posterior transformación en quitosano, dijo que dichas sustancias son la principal materia prima para el proceso de funcionalización de los tejidos debido a sus propiedades no tóxicas, biocompatibles y biodegradables, según un reporte de la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Además, resaltó que pueden reemplazar los materiales sintéticos, lo que evita riesgos en la salud del usuario y el medio ambiente.
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Mediante microcápsulas compuestas por el núcleo de un elemento activo y un delgado armazón polimérico que lo envuelve, y que contienen las diferentes propiedades, se fabrica el textil inteligente, detalló la investigadora.
"Algunas aplicaciones precisan la liberación progresiva y controlada de los agentes microcapsulados para conseguir la emisión de olores o sustancias, lo cual se logra porque la naturaleza del polímero recubriente lo permite", indicó.
La investigadora añadió que el proceso de funcionalización se lleva a cabo sin el empleo de ningún reactivo tóxico, por lo que el material textil es completamente biodegradable y no genera ningún impacto al medio ambiente.
"En el proceso de funcionalización trabajamos con dos polímeros naturales que se encuentran en mayor abundancia: la celulosa y el quitosano", puntualizó.
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Quitosano, la base
Shirai Matsumoto explicó que con el quitosano también es factible incorporar otros compuestos que mejoren la actividad antimicrobiana del mismo y lo hagan más efectivo.
Además, este material tiene otras propiedades que permiten que el textil tenga un buen olor y el aroma se mantenga por más tiempo.
También se puede aplicar desde el campo médico en equipo hasta la fabricación de ropa.
"Una aplicación interesante sería para ropa de deportistas o ropa de hospitales, ya que el textil tratado con el quitosano le confiere propiedades antimicrobianas", sostuvo.
La investigadora añadió que otra de las ventajas de los textiles inteligentes es que son durables, pues sus propiedades no desaparecen con los lavados.