4 cosas que Trump puede cambiar del TLCAN
En una eventual revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo más probable es que los planteamientos de las partes involucradas apunten hacia resolver las actuales disputas que mantienen México y Estados Unidos en sectores como los del azúcar, atún y transporte de carga vía terrestre, aseguraron expertos consultados.
Asimismo, es probable que se incluyan otras ramas de actividad que representan la mayor parte de las exportaciones de México, entre ellas las industria eléctrico-electrónica y la automotriz.
Mauricio Millán, vicepresidente de la empresa de asesoría Consultores Internacionales, recuerda que el TLCAN propició una integración en el mercado de edulcorantes, dentro del cual México exporta azúcar a Estados Unidos y a su vez éste le vende fructuosa a nuestro país.
Sin embargo, México ha sido acusado en los últimos dos años por exportar azúcar a precios de “dumping”, de ahí que muy probablemente Estados Unidos intente negociar, desde cuotas compensatorias o aranceles, hasta medidas como sacar este edulcorante de la lista de productos susceptibles del libre comercio, comenta el especialista.
Sin temor a EU
María del Rosario Castro, investigadora del Observatorio de Precios de la fundación El Barzón –Unión Nacional de Productores Agropecuarios, Comerciantes, Industriales y Prestadores de Servicios-, considera que una revisión del TLCAN debería aprovecharse para llegar a acuerdos en la materia antes de que se impongan sanciones, “porque este episodio con el azúcar le costó a México varios millones”.
Si bien nuestro país mantiene el azúcar en precio bajo, la investigadora recuerda que el encarecimiento del dólar y de insumos importados -como fertilizantes, semillas, agroquímicos, alimentos balanceados y maíz amarillo para consumo animal- aumenta los costos internos de producción de básicos como pollo, carne de res, arroz, trigo, frijol y maíz, que adicionalmente tienen retrasos con el pago subsidios.
Foto: Cuartoscuro
Hace unos días, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, reiteró la disposición del presidente Enrique Peña Nieto de modernizar el TLCAN, que ya tiene 22 años de vigencia.
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En este sentido, los especialistas consultados coincidieron en que nuestro país puede tomar la palabra a Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, así como a Hillary Clinton, candidata demócrata, quienes han opinado a favor de revisar el Tratado, ya que existen varios frentes abiertos en el intercambio de bienes que siguen abiertos sin una solución definitiva.
El atún, diputa no cerrada
Otro de los temas controversiales para discutir sobre el TLCAN es el embargo de las exportaciones de atún mexicano hacia Estados Unidos, bajo el argumento de la muerte incidental de delfines que penaliza una disposición medioambiental interna, refiere Mauricio Millán.
“Este será uno de los productos que Estados Unidos pedirá renegociar mediante la aplicación de aranceles, en vez de seguir alegando violaciones a las normas ambientales y sanitarias de este país”, dice.
Este es un asunto de la mayor prioridad, porque México tiene una producción atunera que no se está exportando.
“El atún quedó pendiente de renegociarse ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para que tuviera luz verde y pudiera evitar el proceso de certificación ambiental, que es más largo, por lo que el tema debe evaluarse en una posible renegociación del TLCAN”, añade Castro.
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Frente a un escenario internacional en el que se ponen en entredicho los acuerdos comerciales, como lo dejó ver la reciente experiencia del ‘Brexit’, el director general de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo, alertó sobre los riesgos que representa para la economía global el renacimiento del proteccionismo.
Sin referirse claramente a Trump, hace unos días manifestó a la prensa que “el comercio es tan obviamente positivo para toda economía que es como tratar de discutir con un amigo acerca de que necesita respirar”.
Conflicto sobre ruedas
La producción automotriz también se perfila como un claro candidato a la renegociación, a la luz de las declaraciones de Trump a fines de la semana pasada, en el sentido de querer imponer aranceles a las importaciones que haga Estados Unidos de autos fabricados en México.
En opinión del aspirante republicano, de esta forma se generarán incentivos para que las automotrices como Ford regresen a su país de origen y se comprometan a crear nuevos empleos.
El arancel “puede ser de 35%, puede ser de 10%, puede ser de 5%, o puede ser de 20%”, dijo Trump en una entrevista publicada este jueves por el diario The Detroit News.
Pero aquí no se agotan las controversias relacionadas con vehículos. Estados Unidos no ha cumplido totalmente con la apertura de fronteras al transporte de carga desde que se firmó el TLCAN.
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“Sea Trump o Clinton quien llegue a la presidencia de Estados Unidos, se recrudecerán las medidas ante los transportistas mexicanos por medio de restricciones formales al libre tránsito del autotransporte, que no existían con el TLCAN”, comenta Mauricio Millán.
Y añade “no sería deseable ni para Estados Unidos ni para México, ya que 80% del comercio agropecuario y manufacturero se mueve por carretera, lo que implica un sobreprecio para estos productos”.
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Mauricio Millán recuerda que algunos de los productos que se exportan a Estados Unidos son cables para bujías y refrigeradores. De modo que por ser este último uno de los sectores exportadores más dinámicos, es probable que Estados Unidos quiera imponerle aranceles.
En opinión del experto, “la renegociación del TLCAN es inminente y en su momento México deberá estar preparado con grupos de trabajo conformados por líderes industriales, académicos y autoridades para defender sus intereses en temas clave como turismo, transporte, industria manufacturera, servicios financieros y sectores agropecuario y agroalimentario”.
