ESSA, víctima del Consejo y Mitsubishi
El problema de fondo en la paraestatal Empresa Exportadora de Sal (ESSA) radica en una serie de actividades opacas que han conducido al daño patrimonial, que se ejecutaron por acuerdo del Consejo de Administración y la japonesa Mitsubishi Corporation, que posee 49% de la compañía.
Esto es lo que sostiene Jorge Humberto López Portillo Basave, en declaraciones públicas hechas en esta semana, para defenderse de las acusaciones en su contra vertidas por la Secretaría de Economía, en el sentido de que se desempeñó con abuso de facultades cuando fue director de ESSA.
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El ex funcionario, que recientemente libró una orden de aprehensión, descubrió que Mitsubishi no sólo ha sido copropietaria, sino también cliente de la empresa y que cada tres meses se le devolvía una cantidad de dinero, ya fuera por demoras, ajustes de precios o variaciones del tipo de cambio.
”(Se trata de) irregularidades que contablemente podemos probarlo y que muestran que el gobierno mexicano vende un producto y al año siguiente, ya cerrado el ejercicio fiscal, ha regresado millones de pesos a la empresa a la que le vendió el producto de manera inicial que es sal y la empresa se llama Mitsubishi Corporation”, dijo el ex funcionario en entrevista con Radiofórmula.
Según el inculpado, por esas prácticas ESSA devolvió aproximadamente 1,000 millones de pesos (mdp) entre los años de 2008 y 2013.
A los señalamientos de que vendió salmuera sin contar con la autorización del Consejo de Administración, explicó que su idea fue poner a la venta dicha materia residual, para que en lugar de pagar 600 mdp por tirarla, la empresa pudiera obtener un beneficio que llegó a 20 millones de dólares. Sin embargo, expuso que esa medida no fue del agrado del Consejo.
Mitsubishi, acaparadora
También explicó que en 2015 propuso un nuevo mecanismo para fijar el precio de la sal, el cual se sustenta más en las prácticas internacionales.
“Pero esto no les gustó a ninguno de los que compraban y de hecho uno de los momentos más importantes fue cuando en Japón, uno de los dirigentes de la empresa (Mitsubishi) dijo que no estaban de acuerdo con que México investigara el precio de la sal, que no estaban de acuerdo que le vendiéramos a nadie más y que querían ser los únicos que compraran y que se les respetaran sus contratos, esto fue en abril de 2014 y yo salgo de la empresa en diciembre de ese año”, expuso López Portillo Basave.
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Asimismo, el ex funcionario dijo que no puede haber sorpresas para las autoridades, porque se hizo un seguimiento de la situación financiera de ESSA. Al cierre de 2014, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó un daño patrimonial por 300 millones de dólares (mdd).
Con base en las facultades legales que tenía y al observar todas las irregularidades, Jorge Humberto López Portillo aseguró haber puesto en conocimiento a la Secretaría de la Función Pública y a la Procuraduría General de la República (PGR).
Sin embargo, considera que ahora pretenden responsabilizarlo de los manejos opacos en la empresa, en lugar de perseguir a los verdaderos implicados. Señaló directamente al representante de Mitsubishi en México, Herminio Blanco Mendoza; al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, y al presidente del Consejo de Administración, Mario Cantú.
