Le Coq Sportif fabricará tenis en Guanajuato
La manufactura mexicana puede convertirse en el mejor aliado de las marcas internacionales ante la volatilidad de las divisas. Un claro ejemplo es la francesa Le Coq Sportif, que pretende esquivar el impacto del efecto cambiario en sus productos deportivos.
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La marca del gallo galo —que dio vida a la camiseta de la selección argentina de Diego Armando Maradona en el mundial de México 1986— dejará en manos de fabricantes de León, Guanajuato, la manufactura de tres de sus modelos de calzado deportivo.
Se trata de un proyecto piloto que, junto con cuatro proveedores de esa entidad del Bajío, pretende mantener la competitividad de sus productos a raíz de la situación internacional del tipo de cambio, revela Jorge Barylka, director General de Sportmex.
El proyecto estará listo en el segundo semestre de 2017.
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Sin revelar nombres sobre los participantes mexicanos, por tratarse de una fase experimental, el directivo de la empresa especializada en la atracción de marcas globales a México y Centroamérica —a través de alianzas exclusivas con tiendas departamentales como Liverpool o Palacio de Hierro— refiere que en un principio la producción consistirá de tres modelos diferentes en dos colores para cada uno.
Se fabricarán “seis diferentes artículos, cada uno con sus variantes de talla, en una corrida estándar de calzado”, agrega Barylka.
Resurtido automático, ventaja
Los proveedores demostraron tener experiencia de trabajo con marcas internacionales, que les exigen estándares de calidad y seriedad en los compromisos de las entregas.
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El ejecutivo considera que, con este tipo de alianzas, Sportmex —empresa encargada de desarrollar boutiques bajo el concepto mono o multimarcas en aeropuertos u hoteles de lujo como Cancún y Los Cabos— contribuye al fortalecimiento de cadenas productivas nacionales y también como aliado de productos globales, cuyos estándares ponen a prueba la capacidad de la manufactura mexicana.
El valor de la producción de calzado en el país alcanzó 25,512 millones de pesos (mdp) en 2016, lo que representó un incremento de 1.5% comparado con el año anterior, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Barylka cuenta que Le Coq auditó la fábrica y aprobó el punto de venta, así como las siluetas y las muestras que desarrollaron a lo largo de diez meses. “La idea es salir a piso para el Buen Fin de (noviembre) de 2017”.
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El resurtido automático es una de las ventajas de la sinergia entre la marca francesa y los fabricantes de León ya que, al tener una producción local, se agiliza la existencia del producto en comparación con las importaciones. “Conforme se va vendiendo se va resurtiendo de manera semanal”, explica Barylka.