¿Cómo sobrevivirá la manufactura a Trump?

Nota del editor: El artículo completo lo puedes consultar en la  edición 253 de la revista Manufactura , 'Las industrias que emergen', correspondiente a diciembre de 2016.

(Manufactura) — Aunque todavía no hay claridad en lo que Donald Trump prometió como candidato, las empresas y los expertos de México coinciden en que la relación comercial con la unión americana saldrá avante, aun si Estados Unidos abandona el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).

Si Estados Unidos decide salir del Tratado, las consecuencias para el sector industrial no serán catastróficas: México regresará al régimen comercial de "nación más favorecida" de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y los fabricantes de autopartes estarán sujetos a un arancel máximo de 2.5%, lo que beneficiará a todos los autopartistas asentados en México.

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Óscar Albín, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), recuerda que la industria del vecino país requiere autopartes hechas en México para ser competitiva, y eso no se puede cambiar de manera súbita. 

"Japón y Corea tienen a Tailandia como proveedor de bajo costo; y los países de Europa Occidental recurren a los de Europa del Este para la misma integración. Estamos seguros de que las armadoras se opondrán a la cancelación de las ventajas y se negarán a cambiar la fuente de abastecimiento nada más porque hay en entredicho con México. Salirse de este bloque les resultaría peor", sentencia.

Las empresas estadounidenses del sector, como Ford, coinciden con Albín. Su director general, Mark Fields, critica el poder disruptivo que tendría el amenazador arancel de 35% que prometió imponer Trump a los vehículos fabricados en México. 

Para Armando Soto, director general de la consultora KASO y Asociados, recomienda revisar la salud financiera, sobre todo los pasivos y los compromisos financieros para los siguiente dos años, y prepararse para una posible reducción en los flujos, para luego evaluar la dependencia del negocio con clientes en Estados Unidos, y estudiar reducciones de costos para compensar los posibles nuevos aranceles.

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Asimismo, sugiere analizar la reconfiguración de la empresa que implique una diversificación de productos hacia un modelo más centrado en el mercado interno.

"Si el comercio bilateral se vuelve más restrictivo, la competencia por suplir la demanda se incrementará. Este posible escenario debe llevar a nuestras empresas a mejorar la eficiencia en producción, innovación en productos y mejora del capital humano. Lo anterior reducirá los costos de producción e incrementará la competitividad de nuestros productos", remarcó el presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Caintra), Eduardo Garza..

Juan Valles Zavala, socio de la Práctica Fiscal del despacho Baker & McKenzie México propone la participación activa en las cámaras y asociaciones para defender intereses colectivos y poder negociar, por medio de los gobiernos, mejores condiciones. 

Según datos de la INA, México importa materias primas y componentes estadounidenses por 21,000 millones de dólares anuales, mientras que el Mexico Institute, un grupo de trabajo del Wilson Center, señala que al menos cinco millones de trabajadores estadounidenses dependen del intercambio con México.

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"Estados Unidos se desligó de algunas capacidades industriales, no solo en el sector automotriz, capacidades que no podría restablecer en el corto plazo. Un regreso de esa producción es a todas luces inviable durante el mandato de cuatro años de Trump, porque incluye la búsqueda de mano de obra calificada, ubicaciones estratégicas, estímulos fiscales, tecnología, etcétera. Son maniobras y compromisos que llevan mucho tiempo, y al final tendrían un elevado costo para los consumidores", asegura José María Flores, gerente de Análisis Bursátil de Ve por Más (Bx+).

Pero si fuera el caso, lo cierto es que la industria manufacturera de exportación no desaparecerá, pues no nació con el TLC.