La renovación del TLC México-UE se va para 2018
México y la Unión Europea aplazaron este jueves hasta 2018 la conclusión de las negociaciones para modernizar su Tratado de Libre Comercio (TLCUE) vigente desde hace 17 años, una oportunidad perdida para oponerse a las políticas proteccionistas de Donald Trump.
"Hemos hecho muchos progresos, estamos muy cerca de un acuerdo, pero todavía no hemos llegado realmente", dijo Cecilia Malmström, comisaria europea de Comercio, en una rueda de prensa junto, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía mexicano.
Malmström, cuyo departamento negocia en nombre de los 28 países del bloque, apuntó en este sentido que se necesita "algo de trabajo adicional al principio del próximo año", insistiendo en que quería "un acuerdo correcto y no cualquier acuerdo".
Vigente desde el año 2000, europeos y mexicanos iniciaron en mayo de 2016 las negociaciones para modernizar su acuerdo global que decidieron acelerar a principios de este año tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
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Frente a Trump, la UE se presentó como adalid del libre comercio y se fijó -en vano- alcanzar un acuerdo con México y también con el Mercosur antes de finalizar este año. De su agenda comercial, solo concluyó en 2017 su pacto comercial con Japón.
México busca diversificar su comercio, máxime cuando envía más de 80% de sus exportaciones a su vecino del norte y visto el cuestionamiento y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) impuesta por el presidente estadounidense.
Lácteos sensibles
En este contexto, el país latinoamericano envió a Bruselas una delegación de alto nivel de más de medio centenar de personas, liderada por Guajardo, quien reconoció los "progresos" logrados esta semana de negociaciones, pero también los "pocos problemas pendientes".
Según una fuente cercana a las negociaciones, las discusiones no registraron los avances necesarios en el sector agrícola, en particular respecto a los productos lácteos muy sensibles para los europeos, ni en la apertura de los mercados de contratación pública mexicanos.
"Entendemos el derecho de Europa de buscar protección para sus indicaciones geográficas, pero tienen que entender también el derecho de México, y en especial de los consumidores, de continuar con un producto que conocen", dijo a mediados de diciembre Miguel García, presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche, al diario mexicano Reforma.
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Los lácteos han sido un punto de desencuentro entre ambas partes por la intención de Europa de proteger nombres de quesos, lo que implicaría que un queso que en el país latinoamericano se vende como 'queso tipo manchego' tendría que cambiar de nombre.
La industria láctea mexicana busca, en este sentido, poder conservar el nombre de al menos 10 de los quesos que más se comercializan.
Resolver litigios
Dentro del objetivo de modernizar el acuerdo vigente con México en la línea del tratado de libre comercio en vigor desde septiembre entre la UE y Canadá (CETA), los europeos proponen la creación de un sistema reformado para solucionar los litigios entre Estados e inversores.
"Hay algo muy atractivo en trabajar con la UE en este tema", apuntó el ministro mexicano, en referencia a esta especie de tribunal que sustituiría al actual sistema ad hoc de resolución de litigios, conocido como ISDS.
México fue el primer país de América Latina en firmar con la UE, en 1997, un acuerdo de asociación económica, de coordinación política y de cooperación, vigente desde 2000. Entre 1999 y 2016, el comercio entre México y la UE se triplicó, según las autoridades mexicanas.
Las exportaciones mexicanas hacia la UE, que alcanzan 19,000 millones de dólares (16,000 millones de euros), siguen siendo en cambio moderadas en comparación con los 302,000 millones de dólares (255,000 millones de euros) exportados el año pasado hacia Estados Unidos.