México puede “robarle” mercado a China en EU
El diferendo comercial entre China y Estados Unidos aún tiene camino por andar y algunas ramas de la manufactura mexicana puede aprovechar las oportunidades que representan las barreras anunciadas por el vecino país a productos del gigante asiático. Pero lograrlo supone una labor más amplia al interior del sector industrial, consideran analistas consultados.
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Tras casi un año de investigaciones ordenadas por la Casa Blanca, hace un mes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio aviso sobre un arancel de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, con lo cual comenzó un intercambio de aranceles entre ambas naciones.
China respondió con el anuncio sobre un gravamen de 15% a un total de 120 productos estadounidenses, como frutos secos, vinos y tubos de acero. De modo que Estados Unidos anunció una nueva ronda de aranceles, ahora a productos en sectores como el aeroespacial y maquinaria y equipo médicos.
México —que concentra 13.5% de las importaciones estadounidenses, conforme al Departamento de Comercio de ese país— puede aspirar en el corto plazo a hacerse de 15%, al “absorber” parte de la participación de 21% que actualmente tiene China, considera Luis de la Calle, director general de De la Calle, Madrazo, Mancera, empresa consultora especializada en economía y comercio internacional.
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“Hay un beneficio potencial en el corto plazo (…). Tenemos que ver todos los sectores donde ellos (China) tengan dificultad y nosotros tener un plan de acción para impulsar nuestra capacidad productiva y ganar participación de mercado”, agregó De la Calle, quien fue uno de los negociadores del acuerdo trilateral original.
Las oportunidades están en bienes intermedios, que representa el grueso de los 65,000 millones de dólares (mdd) del déficit comercial de México con China, especialmente para la industria electrónica y de maquinarias.
José Luis de la Cruz, director del Instituto Mexicano para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), sostiene que la proveeduría de bienes intermedios —como circuitos eléctricos y componentes electrónicos— tienen espacio para ganar mercado ante las sanciones impuestas a China.
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El experto recuerda que en Estados Unidos, hace 15 años, muchos de estos productos eran de manufactura mexicana, pero que fueron desplazados por los chinos. Sin embargo, hoy en día México está ante la oportunidad de recuperar parte de ese mercado.
Al cierre de 2017, algunos componentes electrónicos como las pantallas planas, receptores de radio y microondas, además de dispositivos de redes de área local, representaron 4% de las exportaciones mexicanas totales a Estados Unidos, al sumar un valor de 12,187 mdd, conforme a datos de la Secretaría de Economía.
¿El Mexican moment industrial?
Además del segmento de electrónicos, Luis de la Calle menciona aquellos productos como acero, vidrio, petroquímicos y fibras sintéticas. “Son áreas donde México puede crecer”, si aprovecha la competitividad que ofrece el precio del gas natural en América del Norte, refiere el experto.
Sin embargo, en caso de que se confirmen las sanciones comerciales mutuas entre Estados Unidos y China, que encarezcan las importaciones de productos chinos a territorio norteamericano, la industria mexicana tendrá que reforzar sus capacidades para atender la demanda que eventualmente pudiera tener de clientes estadounidenses.
México “necesita un programa de reindustrialización que dé mayor eficiencia a sus operaciones”, refiere De La Cruz, al manifestar que las empresas manufactureras mexicanas tendrán que cerrar la brecha tecnológica con China, lo que puede resolverse al entablar alianzas de transferencia tecnológica con países como Alemania, Japón o Francia.
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Sin embargo, De la Cruz advierte como un riesgo que tras las imposiciones de Estados Unidos, los fabricantes chinos traten de colocar sus productos en el mercado mexicano para que luego pasen a Estados Unidos, lo que se llama “triangulación”.
De presentarse esta situación, la consecuencia es una posible ruptura de la cadena de suministros en América del Norte, ya que México y Estados Unidos pueden verse en la necesidad de adoptar restricciones.