Las presiones de tiempo anticipan un TLCAN ‘descafeinado’
La complejidad de los temas pendientes a resolver en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y los tiempos políticos en México y Estados Unidos despiertan al fantasma del “TLCAN ligero” o “TLCAN light”.
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Si bien los equipos negociadores de los tres países integrantes han mostrado recientemente disposición y flexibilidad, especialistas en materia de comercio exterior consideran que será difícil llegar a un acuerdo para una nueva versión del TLCAN en agosto, como lo prevén México y Estados Unidos.
En todo caso, es más probable que se llegue a un preacuerdo o un acuerdo “light”, antes de las elecciones intermedias en Estados Unidos en noviembre, consideró Enrique Zavala, director de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm).
“Una vez que concluyan las elecciones en Estados Unidos y que el nuevo Gobierno de México tome posesión, este daría continuidad a una negociación, al retomar los temas álgidos, mismos que no parecen avanzar en las negociaciones previas”, agregó Zavala.
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Robert Lighthizer, representante Comercial de Estados Unidos, dijo el jueves pasado que su país pretende llegar a un acuerdo tentativo con México sobre el TLCAN en agosto, pues un acuerdo con México le permitirá conducir a Canadá a la negociación.
EPN no quiere irse sin llegar a una conclusión
“Hay presión por generar algo, llegar a un preacuerdo. De no hacerlo, el Gobierno mexicano actual será duramente criticado, mientras que el nuevo debe perfilar que no lo comprometan a algo en lo que no está de acuerdo”, comentó Manuel Valencia, director de la carrera de Negocios Internacionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
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El pasado jueves, el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo Villarreal, comentó que las representaciones de México y Estados Unidos acordaron reiniciar las conversaciones para la renegociación y que abordarán los temas menos complicados para avanzar luego hacia los más complejos, dijo tras reunirse con Lighthizer, Luis Videgaray Caso, canciller de México, y Jesús Seade, virtual jefe negociador del TLCAN, del gobierno entrante, este último en calidad de observador.
Desde finales de mayo, previo a las elecciones en México y después de que Estados Unidos aplicó aranceles al acero mexicano y canadiense, el proceso de renegociación iniciado en agosto de 2017 entró en una pausa.
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“Dadas las declaraciones podríamos pensar que el preacuerdo o ‘TLCAN light’ incluirá temas ya resueltos y que también se negociaron en el TPP11”, con Estados Unidos participando en las negociaciones, consideró Manuel Valencia.
Entre estos temas están el de pequeñas y medianas empresas, mejora regulatoria, medidas sanitarias y fitosanitarias y telecomunicaciones.
Escépticos
“Nosotros seguimos escépticos de que se llegue a un acuerdo a corto plazo, porque el presidente Trump quiere cambiar las reglas del TLCAN para crear más empleos manufactureros en su país y culpar a los menores salarios en México de la pérdida de empleo en Estados Unidos”, señaló Arturo Espinosa, estratega de Renta Variable de Santander en un análisis publicado el viernes pasado.
Las propuestas de Trump que buscan alentar la inversión y la creación de empleos y a las que México y Canadá han puesto resistencia son: la cláusula ‘sunset’ —que propone terminar con el acuerdo cada cinco años— y reglas de origen más estrictas en la fabricación de autos, refiere el documento de Santander.
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También ha causado división la petición estadounidense de que los autos fabricados en la región de Norteamérica se armen preferentemente en las zonas de altos salarios, así como eliminar el capítulo 19, sobre solución de controversias, del TLCAN.
“No considero que sea conveniente que se llegue a un acuerdo ‘light’, es más probable un acuerdo hasta el próximo año”, concluyó el estratega de Santander.
