¿Qué tan viable es el programa de becas de López Obrador?
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo esta oferta a los jóvenes hace un mes: "Desde el principio del nuevo Gobierno va a entregarse una beca a todo el estudiante que curse en el nivel medio superior. Todos los estudiantes preparatorianos van a recibir una beca mensual".
Según la propuestas del programa, los benficiarios recibirán apoyos de cerca de 2,400 pesos por alumno.
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Cumplir ese compromiso requeriría disponer de 12,308 millones de pesos al mes (mdp) —equivalentes a 147,701 mdp anuales— para repartir entre los más de cinco millones de mexicanos que cursan el bachillerato o carreras técnicas en escuelas públicas y privadas.
Si solo se cubriera a los alumnos de escuelas públicas —cuya matrícula asciende a cerca de 4.2 millones de estudiantes—, el costo del programa de becas sería cercano a 10,000 mdp mensuales (120,000 mdp al año). Esto es 32 veces más que lo destinado en 2018 al Programa Nacional de Becas (3,736 mdp).
El Estado de México (642,383), la Ciudad de México (477,251) y Veracruz (345,659) son las entidades con más estudiantes en nivel medio superior, según información del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE). Por lo tanto, estos estados representarían mayor presión económica para el Gobierno federal.
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Jennifer O'Donoghue, directora de investigación de Mexicanos Primero, advierte que cualquier programa que implique gastos de esta magnitud necesita operar con transparencia sobre el origen de sus recursos.
"Necesitamos transparencia y que nos digan de dónde van a venir esos recursos", señala.
Y las becas... ¿de verdad sirven?
El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) considera que las becas y otros apoyos financieros para estudiantes de bajos ingresos son un complemento importante a las soluciones a nivel escolar para abordar el tema de la retención, pues la pobreza y las restricciones económicas son obstáculos significativos para que los alumnos completen el ciclo de enseñanza de nivel medio superior.
Sin embargo, el profesor-investigador de la Escuela de Gobierno del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Marco Fernández, afirma que se ha comprobado que el tema económico no es el único factor que provoca deserción de los estudiantes. También lo hacen las deficiencias en el aprendizaje, por eso le preocupa que este programa sea solo una ocurrencia que no haga una verdadera valoración de por qué entregar apoyos a los jóvenes.
"(Estudios del Banco Mundial, de la ASF) son insumos que tendrían que ser fundamentales para que la nueva autoridad haga un programa de becas, bajo el entendido que no es solo con dinero como se resuelve el problema de la deserción", asegura.
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Además, una política de becas puede ser una solución a corto plazo, pero no va a terminar con el problema de raíz, refiere O'Donoghue.
"Las becas están orientadas a que los jóvenes estén en la escuela o que tengan algún recurso, pero realmente no va a cambiar la situación de que no están aprendiendo lo que necesitan y quieren para participar en la sociedad", advierte.
¿Qué se puede hacer?
Estudios del INEE refieren que entre 30% y 43% de los jóvenes abandonaron la escuela por motivos como aburrimiento, falta de interés en el estudio, dificultad para entender a los maestros o el contenido y acoso escolar.
Al respecto, la investigadora de Mexicanos Primero explica que se tiene que mejorar el aprendizaje e interés de los jóvenes y esa es una solución multifactorial que empieza desde la primera infancia, con la formación y acompañamiento de docentes, mayor participación de las familias y un currículum que sea flexible y responda a las necesidades e intereses de los estudiantes.
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Alrededor de 30% de los alumnos abandona la escuela por limitaciones financieras, pues los jóvenes que no pueden sufragar los gastos en materiales y transporte, por ejemplo, abandonan la escuela para trabajar y aportar al ingreso familiar.
Además, entre 10% y 20% de los estudiantes deserta por motivos personales, que incluyen matrimonio o embarazo.