Convenio 98 levanta temores: puede crearse más de 1 sindicato por empresa
La aprobación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) —sobre la sindicalización y la contratación colectiva— levantó opiniones encontradas en el sector laboral, sobre las posibles implicaciones que pudiera generar en el país como la posible creación de más de un sindicato por cada empresa.
En entrevista con Radio Fórmula, el secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Roberto Campa Cifrián, aseguró que dicho convenio —que fue aprobado por el Senado de la República este jueves— contribuye a fortalecer el marco normativo de trabajo y los derechos laborales de los mexicanos, ya que desde 2015 el presidente Enrique Peña Nieto había enviado la propuesta de ratificación al Poder Legislativo.
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Sin embargo, el funcionario reconoció que existen preocupaciones entre el empresariado mexicano, a raíz de las experiencias que han vivido compañías nacionales con presencia en América del Sur y Centroamérica, en donde han sido emplazadas a reconocer más de un sindicato por empresa y a firmar contratos colectivos con ellos, lo que constituye una carga adicional para la operación y los costos de esas empresas.
Como una medida de precaución, Campa Cifrián recordó que el Congreso de la Unión tiene pendiente de aprobar una reforma en materia de justicia laboral, cuyas propuestas impulsan cambios como la transformación de las juntas de conciliación y arbitraje en tribunales de lo laboral y la creación de un organismo autónomo para el registro de organizaciones sindicales y de contratos colectivos de trabajo.
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“Lo importante es avanzar en transparencia y democracia sindical, sin plantear inestabilidad en la vida laboral (…), la estabilidad nos ha permitido paz laboral que ha facilitado la confianza y generación de empleos y es algo que debemos proteger todos”, refirió el funcionario en la entrevista radiofónica.
En este sentido, el funcionario opinó que la aprobación de la reforma a la justicia laboral dará las garantías de certeza jurídica que requieren los factores de la producción, quienes reconoció que deben participar en el diálogo necesario que también ordena la OIT, a la hora de regular las normas del trabajo en cualquier país.
Respecto de si la ratificación del Convenio 98 fue una propuesta impulsada por Napoleón Gómez Urrutia —senador por Morena y líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM)—, el funcionario insistió en que la iniciativa para ratificar el Convenio 98 provino del presidente Enrique Peña Nieto.
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Asimismo, Campa Cifrián aseguró que, por las reuniones que ha tenido con el equipo de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, “la línea del nuevo gobierno” no es la de promover el reconocimiento de más de un sindicato por empresa.
“La próxima secretaria del Trabajo (Luisa María Alcalde) asegura que no hay intención del nuevo Gobierno de que la legislación secundaria prevea una esquema de multicontratación, no más de un contrato colectivo en una empresa. Lo he comentado con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y pues en los próximos días tendrá que resolverse en la legislación secundaria de la reforma constitucional” en materia laboral, dijo el funcionario.
El sindicalismo se divide
Mientras tanto, las centrales obreras más importantes del país externaron sus diferencias sobre la ratificación del Convenio 98 de la OIT y sus implicaciones para México.
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La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) —que aglutina al llamado sindicalismo independiente— se congratuló por la ratificación del instrumento legal, al considerar que contribuye a modernizar un modelo laboral caduco, que beneficia principalmente al Gobierno y las empresas.
Asimismo, consideró que el marco legal vigente está orientado al control de los trabajadores mediante la práctica de los contratos colectivos de protección patronal —aquellos que son firmados a espaldas de los trabajadores— y la utilización de las juntas de conciliación y arbitraje.
En contraste, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) —que representa el llamado sindicalismo tradicional ligado al Partido Revolucionario Institucional (PRI)— manifestó su preocupación porque el Convenio 98 se aprobó sin una consulta previa a los factores de la producción y sin que se hicieran las adaptaciones necesarias a la legislación secundaria del país.
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En este sentido, la central obrera consideró que la vigencia del Convenio puede generar conflictos entre leyes, lo que su vez puede despertar incertidumbre entre los inversionistas. (Con información de Notimex)
