El T-MEC mantiene a México en un “club exclusivo” del comercio
Una vez que el nuevo acuerdo comercial alcanzado entre México, Estados Unidos y Canadá entre en vigor, las expectativas de crecimiento del comercio son favorables, ya que las exportaciones de México pueden aumentar más de 10% en los próximos 10 años, aseguró Moisés Kalach, director del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En un balance sobre los resultados de la negociación para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) —cuyo nombre cambia a Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)—, el empresario reconoció que el “nuevo acuerdo no es 100% benéfico para el país”, ya que se cambiaron de manera drástica las reglas de origen de la industria automotriz.
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Sin embargo, matizó que el nuevo pacto comercial moderniza 20 capítulos, entre los cuales algunos de ellos no existían en el Tratado original, como los de anticorrupción y comercio electrónico. Asimismo, el empresario destacó que se actualizan los capítulos laboral y ambiental, que dejarán de ser acuerdos paralelos para incorporarse al texto principal.
¿Propio del libre comercio?
En entrevista transmitida por AND 40, Moisés Kalach —quien fue el jefe del grupo de empresarios que acompañaron a la delegación mexicana en las negociaciones— reconoció que las nuevas reglas de contenido regional de automóviles —que establecen un requisito de 75% de autopartes hechas en Norteamérica frente a la proporción de 62.5% de la actualidad— implicarán un desafío para las plantas armadoras en el país, en su afán por mantener preferencias arancelarias para comercializar sus autos.
“Hay algo que no nos gustó y que es la referencia a los salarios pero es parte de un paquete”, comentó el representante empresarial en relación con el requisito de que 40% de los componentes de un automóvil producido en la región venga de zonas en las que se paguen salarios de mínimo 16 dólares la hora.
“Dentro de ese 40%, el 15% puede ser innovación y desarrollo y 25% tiene que venir de partes en zonas producidas con salarios altos. (Esta regla) no tiene que ver con salarios sino con zonas”, insistió Moisés Kalach, quien no obstante reconoció que la naturaleza estos nuevos requisitos no son propios del libre comercio.
“Libre comercio es que el contenido hubiera sido regional de los tres países sin tener definida esa etiqueta de Canadá y Estados Unidos”, comentó el empresario.
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Sin embargo, negó que por lo pronto estos cambios se traduzcan en una pérdida de competitividad para México. Hizo ver que las reglas de origen automotrices pueden detonar ciertas inversiones, como las de autopartes.
En todo caso, consideró que la ganancia o pérdida de competitividad de México en materia de inversión automotriz se evaluará posteriormente, a la luz de cómo queden los términos del comercio entre Estados Unidos con China, Europa y Japón.
La región más competitiva
Moisés Kalach insistió en que el T-MEC o USMA en inglés cumplió la misión de mantener a México como parte de la región comercial de América del Norte, un “club exclusivo” que calificó como la “región más competitiva del mundo”.
No obstante, admitió que el escenario del comercio internacional ha cambiado y que cambiará más, principalmente porque Estados Unidos ha decidido transformar su política de comercio exterior hacia un modelo más centrado en fortalecer su propia economía.
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De ahí la necesidad de que los actores económicos de México no “olviden su plaza en Washington”, esto es que mantengan contacto frecuente con sus aliados naturales en Estados Unidos y también de Canadá, en aras de saber qué sucede en sus mercados y corregir problemas. En este sentido, el representante empresarial consideró acertada la nueva cláusula introducida en el T-MEC y que consiste en revisar el acuerdo cada seis años.
Asimismo, destacó la importancia de diversificar los mercados de destino de las mercancías mexicanas.