Máximo Vedoya, de Ternium México, es el nuevo presidente de Alacero
América Latina se encuentra en un segundo año de recuperación en la producción de acero, a pesar de los aranceles impuestos por Estados Unidos a sus importaciones de productos de acero y de aluminio, con tasas de 25% y 10%, respectivamente.
De enero a agosto de este año, los países latinoamericanos reportaron una producción de 43.8 millones de toneladas de acero, lo que implicó un repunte de 3% respecto al mismo periodo de 2017, cuando la región generó 42.4 millones de toneladas, informó la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
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Si bien México, Argentina y Brasil han pasado por momentos de incertidumbre económica en este año, la producción de acero bruto en América Latina deberá alcanzar 66.3 millones de toneladas al cierre de 2018, lo que implicará un incremento de 3.2% con respecto al año pasado, anticipó la organización que aglutina a productores de acero.
En lo que se refiere a la demanda de acero laminado, la región deberá observar un crecimiento del 1.3% respecto de 2017, al alcanzar 68.5 millones de toneladas. Mientras que la producción de laminados alcanzará 52.8 millones de toneladas al cierre de 2018, esto es un repunte de 3.2% con respecto de 2017.
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Alacero difundió en un comunicado estas cifras regionales en el contexto de la 59 edición del Congreso Latino-Americano del Acero, que se realizó en Cartagena de Indias, Colombia.
Combatir las prácticas anti competitivas de China
En dicho foro, el presidente saliente de Alacero, Jefferson de Paula, hizo ver que a pesar de la recuperación moderada de este año, los países de América Latina no pueden bajar la guardia en el combate a las distorsiones de mercado, procedentes principalmente de países asiáticos.
“La industria global y regional sigue siendo muy afectada por el exceso de capacidad instalada en el mundo y China es el país que más contribuye a ese desequilibrio. La industria siderúrgica china sigue siendo una economía de no mercado, beneficiada por subsidios y afectando las condiciones de competitividad en el mercado global”, insistió el empresario acerero, citado por el comunicado.
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De Paula hizo ver que las economías latinoamericanas enfrentan un escenario mundial cada vez más desafiante, en la medida en que este año hubo volatilidad de los mercados financieros, variaciones cambiarias, así como medidas comerciales proteccionistas, lo que ocasionó una actividad económica más lenta en la región.
De ahí la necesidad de que los países productores de acero en América Latina enfrenten la competencia desleal, aseguró De Paula al afirmar que solamente Brasil vio crecer la participación de acero chino en su consumo nacional de 4.5% en 2017 a 5.5% en lo que va de este año.
Industria 4.0
El empresario se refirió a la innovación tecnológica como instrumento de competitividad y crecimiento del sector.
“Tenemos empresas insertadas en la llamada industria 4.0, pero todavía tenemos mucho que avanzar. Debemos, entre otras medidas, estimular avances en toda la cadena”, dijo Jefferson de Paula, citado por el comunicado.
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El empresario reconoció que la nueva tecnología trae consigo desafíos como la entrada de nuevos materiales que compiten con el acero, pero aclaró que las plantas siderúrgicas tienen que atender aspectos internos para fortalecer su competitividad como la reducción de desperdicios y la aplicación de procesos de trazabilidad, entre otros.
En los trabajos del 59 Congreso, Alacero también cambió de dirigencia. Máximo Vedoya, presidente de Ternium México y de la Cámara Nacional de la Industria del Acero (Canacero) de México, fue presentado como el nuevo presidente del organismo regional.