El inesperado ganador del T-MEC
Nota del editor: Este texto se publicó originalmente en la edición 275 de la revista Manufactura, La nueva política industrial, correspondiente a diciembre de 2018.
CIUDAD DE MÉXICO.- El poliéster es un material omnipresente pero casi invisible en muchos productos. Está en las botellas de agua, en los neumáticos del automóvil, en pinturas y componentes eléctricos y electrónicos y hasta en la ropa.
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Gracias a este último segmento y a las nuevas reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el poliéster mexicano puede tomar un nuevo brío.
El renegociado acuerdo comercial obliga a manufacturar las prendas textiles con hilo fabricado en Norteamérica para que un producto pueda circular sin aranceles entre los países socios, lo que podría traer “una recuperación de la industria de fibras de poliéster nacional”, se acuerdo con un análisis de la Casa de Bolsa Actinver.
"Con las modificaciones al tratado ya no se va a permitir el uso –aunque fuera temporal– de mercancías no originarias de la región, como sí se hacía con el TLCAN. Eso nos da la oportunidad de promocionar a las industrias nacionales de fabricación de este tipo de mercancías", agrega César Buenrostro, socio líder de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG México.
Una de las principales empresas mexicanas que se pueden beneficiar con la medida es la petroquímica Alpek, subsidiaria de Grupo Alfa, aunque los efectos del acuerdo se comenzarán a ver en 2020, aproximadamente, coinciden analistas de Actinver y de Intercam.
Para Alpek, la división de poliéster representa el 73% de sus ingresos netos, que al cierre de septiembre fueron de 1,941 millones de dólares (mdd).
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Sin embargo, su mayor producción está en el plástico conocido como PET (tereftalato de polietileno) y no en fibras de poliéster, que son las utilizadas en la industria textil. Es por ello que el nuevo acuerdo puede beneficiar a la compañía de manera marginal, explica Alik García, analista bursátil de Intercam.
La industria de la moda también gana
La libre circulación de prendas fabricadas con poliéster norteamericano beneficiará en mayor medida a las empresas mexicanas dedicadas a la venta de producto terminado y no tanto a las petroquímicas.
“Si consideramos que hoy más de la mitad de las prendas se fabrican con esos materiales, el acuerdo puede ser beneficioso, especialmente para los fabricantes de prendas terminadas: si necesitan telas de poliéster y las pueden encontrar libres de gravámenes, puede ser muy bueno, porque van a tener más opciones de materiales para poder fabricar la prenda”, dice Jacob Pulido, analista de negocios de la industria de la moda.
Destaca que la industria de la moda low cost y fast fashion será una de las que mayor beneficios tendrá por la firma del T-MEC, pues las telas de poliéster son cerca de 20% más baratas que las fibras naturales, como el algodón.
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De acuerdo con Pulido, los fabricantes de ropa terminada tendrán “mayores márgenes con los que poder jugar” para aprovechar la libre circulación de sus productos.