Investigación apunta a manipulación de autos de Opel
Una investigación del semanario alemán Der Spiegel, el programa Monitor de la televisión pública ARD y la organización ecologista Deutsche Umwelthilfe apunta a posibles manipulaciones de emisiones contaminantes en dos modelos diésel de Opel: el Zafira y el Astra.
De acuerdo con su informe, presentado este viernes, en el Opel Zafira 1.6 CDTi hay un software que desconecta los dispositivos de limpieza de las emisiones contaminantes en numerosas ocasiones, dependiendo de factores como la temperatura, la velocidad o las revoluciones.
Las pruebas realizadas indican que el software del motor está programado para que esos dispositivos de limpieza se desactiven cuando la temperatura exterior es inferior a los 17 grados o si supera los 33, cuando se circula a más de 140 kilómetros por hora, por encima de los 850 metros o a más de 2,400 revoluciones.
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En el caso del Astra 1.6 CDTi, aseguró la ONG ecologista Deutsche Umwelthilfe, también se han detectado "valores alarmantes" de emisiones en pruebas realizadas en carretera.
En una rueda de prensa, el vocero del Ministerio alemán de Transportes, Ingo Strater, aseguró que la comisión creada tras el escándalo de manipulación de emisiones en los modelos diésel de Volkswagen analizará las nuevas denuncias sobre el fabricante Opel, citado para la próxima semana.
Opel niega las acusaciones
En un comunicado emitido el jueves, cuando los medios implicados avanzaron parte de su informe, Opel aseguró que en ningún momento ha utilizado en sus vehículos programas que permitan detectar si un coche está siendo sometido a una prueba de emisiones y se remitió a los exámenes superados por la marca en distintos países.
"Nuestro software nunca fue diseñado para engañar o defraudar", manifestó Opel tras subrayar su total colaboración con las investigaciones realizadas por las autoridades alemanas tras el escándalo de Volkswagen.
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El pasado 22 abril, el ministro alemán de Transportes, Alexander Dobrindt, alertó de que 17 fabricantes de vehículos a los que había investigado podrían estar desconectando de manera irregular los dispositivos de control de emisiones de algunos de sus modelos, contaminando así en realidad más de lo permitido.
Del análisis de 53 modelos diésel, afirmó el ministro, se desprende que "ninguno" cuenta con un dispositivo que truque las emisiones como el que montó Volkswagen en millones de unidades, pero las sospechas llevaron al Ministerio a acordar con los fabricantes alemanes una revisión "voluntaria" de 630,000 vehículos.
Las marcas y modelos alemanes afectados son Audi (A6), Porsche (Macan), Volkswagen (Amarok, Crafter), Opel (Insignia, Zafira) y Mercedes (V250 bluetec).
Los modelos de fabricantes no alemanes son Alfa Romeo (Giulietta), Chevrolet (Cruze), Dacia (Sandero), Fiat (Ducato), Ford (C-Max), Hyundai (ix35, i20), Jaguar (XE), Jeep (Cherokee), Land Rover (Range Rover), Nissan (Navara), Renault (Kadjar) y Suzuki (Vitara).
La organización ecologista Deutsche Umwelthilfe ha remitido todos los estudios realizados en los últimos meses al Ministerio alemán de Transportes y pidió a Opel que paralice la venta de todos los modelos diésel de la firma con esos dispositivos "ilegales".